A puerta cerrada, Milei y Bolsonaro dialogan sobre comercio y alianzas
En una reunión privada en Brasil, Milei y Bolsonaro discutieron estrategias comerciales y políticas. La cita tuvo lugar en Balneario Camboriú, generando especulaciones sobre sus futuros planes.
BALNEARIO CAMBORIÚ, Brasil.- En una reunión privada, el presidente argentino Javier Milei y el exmandatario brasileño Jair Bolsonaro se encontraron este domingo 7 de julio de 2024 en Balneario Camboriú.
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La cita, mantenida en el más absoluto secreto, tuvo lugar en el contexto de la Conferencia de Política de Acción Conservadora (CPAC), un evento clave para los movimientos de ultraderecha en Latinoamérica.
Milei llegó a Brasil la noche anterior y fue recibido calurosamente por Bolsonaro. El encuentro arrancó con ambos líderes viendo juntos el desenlace del partido de fútbol entre Uruguay y Brasil en la Copa América, antes de iniciar las discusiones sobre comercio y apoyo político.
Alojado en el mismo hotel que Bolsonaro y otros participantes, Milei no tuvo necesidad de salir para sus reuniones. Las conversaciones giraron en torno a cómo potenciar el comercio entre Argentina y Brasil, especialmente con el estado de Santa Catarina, destacando el apoyo de Bolsonaro a las reformas liberales de Milei.
Aunque los detalles específicos de la reunión no se hicieron públicos, videos publicados por asistentes mostraron un ambiente cordial y colaborativo. Entre los asistentes se encontraban los gobernadores de Sao Paulo y Santa Catarina, aliados cercanos de Bolsonaro, además de Eduardo Bolsonaro, uno de los hijos del exmandatario.
Karina Milei, hermana del presidente argentino, y Luis Petri, ministro de Defensa de Argentina, también participaron en el encuentro. Bolsonaro otorgó a Milei una simbólica medalla, conocida como la medalla de las “tres íes”, en una ceremonia informal que celebró la alianza entre ambos líderes.
El encuentro se dio en medio de tensiones con el gobierno de Luiz Inácio Lula da Silva, ya que Milei, en su primera visita a Brasil desde que asumió la presidencia, no solicitó un encuentro con Lula, lo que ha generado malestar en la administración brasileña.
Milei optó por no asistir a la próxima cumbre del Mercosur en Asunción, argumentando problemas de agenda, mientras que confirmó su participación en la CPAC en Brasil, intensificando la especulación sobre su relación con Lula.
Hasta ahora, no ha habido ningún contacto directo entre Milei y Lula, a pesar de que se encuentran en el mismo continente y comparten intereses regionales. Las declaraciones de Milei contra Lula, llamándolo “corrupto” y “comunista” durante la campaña electoral, han enfriado las posibilidades de diálogo.
Lula, por su parte, ha expresado que espera una disculpa de Milei por sus comentarios antes de considerar cualquier tipo de encuentro. Sin embargo, Milei ha dejado claro que no pedirá disculpas por lo que considera la verdad, estableciendo un escenario de confrontación política entre ambos líderes.
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La reunión en Balneario Camboriú se ha convertido en un punto focal para la política ultraderechista en la región, con Milei y Bolsonaro consolidando una alianza que podría tener implicaciones significativas en el panorama político de Latinoamérica.