Daniel Ortega busca control total de Nicaragua
La reforma de Ortega en Nicaragua busca ampliar su control, consolidar el modelo de partido único y excluir a opositores, según críticas. ¿El fin de la democracia?
MANAGUA, Nicaragua.- Daniel Ortega, presidente de Nicaragua, ha propuesto una reforma constitucional que, según críticos, consolida su poder absoluto al redefinir las estructuras del Estado y fortalecer su control sobre las instituciones públicas. Con estas medidas, Ortega busca consolidar un modelo de partido único similar al de Cuba.
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¿Qué implica la reforma constitucional?
La reforma, presentada ante la Asamblea Nacional controlada por el oficialismo, propone ampliar el periodo presidencial de cinco a seis años y establece la figura de 'copresidentes', que incluye a Ortega y su esposa, Rosario Murillo, como ejes del Ejecutivo. Además, contempla que la Presidencia coordine todos los poderes del Estado, eliminando la independencia entre estos.
Entre los puntos más controvertidos está la redefinición del país como un 'Estado revolucionario', donde el poder radica en la ciudadanía, pero bajo la dirección de la Presidencia. Esto formaliza la concentración de poder en Ortega y su familia, consolidando un sistema de partido único que prioriza los valores revolucionarios del Frente Sandinista.
¿Por qué la bandera del Frente Sandinista será un símbolo patrio?
La reforma también busca oficializar la bandera del Frente Sandinista como un símbolo patrio, algo que opositores consideran un intento de borrar cualquier separación entre el Estado y el partido gobernante.
Otro aspecto polémico es la creación de la Policía Voluntaria, una fuerza auxiliar vinculada a la Policía Nacional. Críticos la asocian con actividades paramilitares, especialmente por su papel en la represión de protestas durante la crisis de 2018, conocidas como 'Operación Limpieza'.
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¿Cómo afecta la reforma a la libertad de prensa y culto en Nicaragua?
La reforma establece que los medios de comunicación deberán evitar 'intereses extranjeros' y la difusión de 'noticias falsas', lo que podría limitar la libertad de prensa. Además, aunque garantiza la libertad de culto, prohíbe que las iglesias participen en actividades que 'atenten contra el orden público'.
En el ámbito internacional, la reforma propone desconocer cualquier sanción o medida tomada por gobiernos extranjeros contra Nicaragua. Además, califica como 'traidores a la patria' a quienes respalden tales acciones, reforzando su narrativa de autodeterminación frente a presiones externas.
¿Cómo inhibe la reforma a los líderes opositores en Nicaragua?
La iniciativa también busca inhibir a los principales líderes opositores, muchos de los cuales fueron desterrados o despojados de su nacionalidad en febrero de 2023. Esto asegura que ningún disidente pueda postularse en el nuevo sistema presidencial.
Ortega reafirma su respaldo a un modelo multipolar basado en cooperación y respeto entre Estados, alejándose de la influencia de Estados Unidos. Además, reitera su compromiso con la sentencia de 1986 de la Corte Internacional de Justicia que condenó a EE.UU. por actividades militares contra Nicaragua.
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Con esta reforma, Ortega busca consolidar un modelo de gobierno que trascienda generaciones y asegure su legado político. Sin embargo, los críticos advierten que esto podría ser el fin de la democracia en Nicaragua, sumiéndola en un sistema totalitario disfrazado de revolución.