¿Cómo es la evolución de un Ciclón Tropical?

MÉXICO.-  El potencial Ciclón Tropical Uno está causando lluvias en estados como Campeche, Chiapas, Oaxaca, Puebla, Quintana Roo, Tamaulipas, Veracruz y Yucatán; los torrenciales han provocado inundaciones, caída de árboles, desbordamiento de arroyos, entre otros estragos. 

De acuerdo con la Comisión Nacional del Agua y las autoridades advierten que se podría convertir en Tormenta Tropical a la que han denominado Alberto.

Pero estos fenómenos climatológicos no son extraños en estas fechas ya que se ubican dentro del periodo de la temporada de ciclones en el Océano Pacífico nororiental y ocurre del 15 de mayo al 30 de noviembre; mientras que en el Océano Atlántico, incluyendo al Golfo de México y el Mar Caribe la temporada es del 1 de junio al 30 de noviembre.

  ¿Qué es un ciclón tropical?

Los ciclones son sistemas meteorológicos caracterizados por la circulación de vientos alrededor de un centro de baja presión atmosférica, que abarca miles de kilómetros cuadrados y se localiza principalmente sobre los océanos tropicales.

Cuando las condiciones oceánicas superan los 26 grados centígrados y se conjuga con una baja presión de la atmosfera se genera un ciclón tropical que según su evolución y su desarrollo se puede llegar a convertir en huracán.

Los vientos de la zona circundante fluyen y asciende el aire caliente cargado de humedad y vapor de agua; el calor latente, que se obtuvo por la condensación del vapor de agua, es la fuente de energía del ciclón.

Los ciclones son fenómenos naturales que pueden traer consigo impactos destructivos considerables, como fuertes vientos, lluvias intensas, marejadas ciclónicas y tornados; es por ello que los meteorólogos utilizan tecnología avanzada para monitorear y prever la formación y trayectoria de estos eventos climáticos.

 

¿Cómo se desarrolla un ciclón tropical?

• Una perturbación tropical es un sistema poco organizado de baja presión que se forma sobre aguas tropicales o subtropicales; esto genera convección o aire ascendente, resultando en la formación de nubes y tormentas eléctricas. A diferencia de una depresión tropical, una tormenta tropical o un huracán, las perturbaciones tropicales no tienen una circulación bien definida.
  

Este tipo de temporal consta en perturbaciones que suelen estar acompañadas de tormentas eléctricas, fuertes lluvias y ráfagas de viento. Además, pueden producir tornados, trombas marinas y relámpagos.

En condiciones favorables, como temperaturas cálidas en la superficie del mar, baja cizalladura del viento y alta humedad, las perturbaciones tropicales pueden evolucionar y convertirse en depresiones tropicales, tormentas tropicales y huracanes.

• Depresión tropical se caracteriza por la presencia de una baja presión en el centro, lo que provoca la formación de nubes y lluvias intensas alrededor de esta área.

A medida que la depresión se desplaza, puede ir ganando fuerza y organización, pasando a ser una tormenta tropical. Si las condiciones continúan siendo favorables, la tormenta puede seguir intensificándose y convertirse en un huracán.

• Una tormenta tropical es un fenómeno meteorológico caracterizado por vientos sostenidos entre los 63 y 118 km/h y nubes en forma de espiral. Estas tormentas reciben un nombre preestablecido por la Organización Meteorológica Mundial y se desarrollan en áreas de bajas presiones con características tropicales.

A pesar de generar fuertes precipitaciones y ráfagas de viento intensas, las tormentas tropicales no son tan peligrosas como los huracanes; durante su evolución, estas tormentas pueden presentar un ojo de la tormenta, una región de calma en el centro del sistema, y aunque tienen potencial impacto, las tormentas tropicales son fenómenos meteorológicos menos peligrosos que los huracanes.

• Los huracanes son fenómenos meteorológicos extremadamente poderosos que se forman en ciertas regiones del mundo, en particular en los océanos tropicales, pueden alcanzar vientos máximos sostenidos de más de 119 km/h y generar lluvias intensas en un área nubosa que puede abarcar entre 500 y 900 km de diámetro.

Uno de los elementos más característicos de un huracán es su ojo, una región de relativa calma en el centro del ciclón; el diámetro del ojo puede variar entre 24 y 40 km, aunque en algunos casos excepcionales puede llegar a medir cerca de 100 km. La intensidad de un huracán se clasifica utilizando la escala Saffir-Simpson, que va desde la categoría 1 (la menos intensa) hasta la categoría 5 (la más devastadora).