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El Dios Maya Chaac, ¿molesto con los yucatecos?

Tras las intensas lluvias que han habido en el estado, los yucatecos se lo atribuyen al enojo del Dios Maya del agua y, sobre todo, de la lluvia.

Por: Patricia Euan

MÉRIDA, Yucatán.- Chaac, es el Dios del agua, el relámpago y de la lluvia, uno de los Dioses más venerados por los mayas que acudían a él para que dejara caer la lluvia en época de sequía, los relatos mitológicos cuentan que habita en las cuevas y en los cenotes, ya que los mayas consideraban a los cenotes lugares sagrados pues creían que eran la entrada al inframundo.

Ver nota:
Se desprende parte del puente del tren Maya en Maxcanú, Yucatán

Pero, ¿qué hicieron los yucatecos para que el Dios Maya de la lluvia se enojara?

Hace unos días en el mar de Puerto Progreso se instaló una estatua de alrededor de 3 metros de altura de Poseidón, Dios del Mar, según la mitología griega, dicha figura se encuentra cerca del malecón y de otros atractivos con los que cuenta este importante puerto.


Poco tiempo después de que la estatua fue instalada comenzaron las fuertes lluvias en el estado provocando inundaciones en algunas zonas y municipios, sin darle tregua a los habitantes de la península, por ello varios usuarios en redes señalaron que esto se debía a que el Dios Maya se sintió ofendido por preferir colocar en tierras mayas un Dios griego.

Manifiestan molestia con humor

La usuaria de TikTok, Vicky Wolff, ha capturado la atención de miles al compartir su relato sobre este abrupto cambio climático en la región, ofreciendo un vistazo a las impresionantes condiciones meteorológicas que han afectado al estado.


Según el popular video de Wolff, el calor sofocante que usualmente caracteriza a Yucatán dio paso a inusuales y persistentes lluvias. Esta repentina alteración en el clima ha generado una gran cantidad de discusiones en redes sociales y medios locales, donde la gente expresa su asombro y preocupación.

La tiktoker describió vívidamente cómo el dios maya de la lluvia parece haber liberado toda su furia sobre Yucatán, una metáfora que refleja el desconcierto y la sorpresa de los residentes locales. Wolff no sólo se quedó con la descripción del clima cambiante, sino que ilustró con humor y dramatismo los efectos de estas lluvias: árboles derrumbados como si un ciclón hubiera pasado y calles inundadas, creando escenas caóticas que contrastan con el clima seco y ardiente de apenas unos días atrás.


Ver nota:
La fuerte lluvia no impidió marcha LGBT+ en Yucatán

¿Esto se tratará tan solo de una curiosa coincidencia con las formaciones de tormentas tropicales cerca de la península de Yucatán?, o en verdad ¿Chaac se molestó con los yucatecos ? Lo cierto es que las lluvias no han parado desde que iniciaron, lo que sí, es que han ido disminuyendo la intensidad con la que caen.