Puebla: microplásticos y enfermedades amenazan a sus ciudadanos
La detección de microplásticos y metales pesados en Puebla subraya un grave riesgo para la salud de sus habitantes, quienes enfrentan un panorama preocupante en su bienestar diario.
PUEBLA, Puebla.- Malformaciones, cáncer, enfermedades cardiovasculares y respiratorias son los riesgos a los que están expuestos diariamente los habitantes de la capital poblana, debido a la presencia de metales pesados como el cromo, cobre, plomo, zinc, estaño y titanio, entre otros.
Ver nota:
Novio ataca a la familia de su ex: intento de asesinato en Puebla
Investigadores revelan contaminación
De lo anterior dieron cuenta investigadores del Instituto de Ciencias de la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla (ICBUAP), quienes detectaron partículas de esos metales en calles y avenidas de Puebla, como producto del desgaste de la pintura, las balatas y el escape de los cientos de miles de vehículos que aquí circulan.
Crecida de parque vehicular
Un reporte del INEGI del año pasado indica que el parque vehicular activo en la capital poblana es de más de 1 millón 270 mil vehículos. Por otro lado, Puebla es uno de los estados con mayor adquisición de vehículos nuevos, según datos de la Asociación Mexicana de Distribuidores Automotrices.
Para los doctores en Ciencias del ICBUAP, María Guadalupe Tenorio Arvide y Miguel Santoyo Martínez, su trabajo de investigación demostró que las partículas de estos metales se desprenden de autos y motocicletas que se encuentran en las calles poblanas, y su tamaño es menor a 10 micrómetros, lo que facilita su ingreso al cuerpo humano a través de la inhalación o la ingesta de alimentos en la vía pública.
Tenorio Arvide expresó que la mayor preocupación recae sobre el cromo, debido a su alta toxicidad y a que está presente en el polvo urbano; sin embargo, el resto de los elementos químicos detectados en las calles y avenidas también son peligrosos.
Número preocupante de muertes por problemas respiratorios
De acuerdo con la consultora Statista.com, en el año 2022, en Puebla fallecieron más de 11 mil 633 personas por enfermedades del corazón, mientras que otros 929 perdieron la vida por enfermedades obstructivas crónicas y 624 poblanos más murieron por malformaciones congénitas, deformidades y anomalías cromosómicas.
La ciudad de Puebla es cruzada por tres ríos: el Atoyac, que es el más caudaloso; el San Francisco, que fue entubado en los años 60 del siglo pasado, y sobre este pasa el principal bulevar de la capital; y el Alseseca, que es un río de respuesta rápida que desfoga las aguas torrenciales que provienen del volcán La Malinche, al norte del municipio, cuyas riberas están sobrepobladas.
Esos tres afluentes se encuentran altamente contaminados, de acuerdo con reportes de la BUAP, de la Ibero Puebla y de otras universidades públicas nacionales que han señalado la toxicidad de esos ríos, mismos que reciben millones de litros de descargas residuales industriales, hospitalarias y residenciales, que se depositan en la presa de riego agrícola Manuel Ávila Camacho, conocida localmente como Valsequillo.
En 2015, el gobierno de los Estados Unidos, a través de la Administración de Drogas y Alimentos (FDA, en inglés), prohibió la importación de cilantro proveniente del estado de Puebla, luego de que esta verdura fue identificada como la principal sospechosa de causar un brote de ciclosporiasis en Texas y Wisconsin. El cilantro poblano es regado con aguas de la presa de Valsequillo.