¡Ahora el balón está en su cancha, Presidenta!

En nuestra sociedad, el fútbol a menudo eclipsa lo verdaderamente importante: la política.

Vivimos en una sociedad en la que el fútbol suele ser mucho más importante que lo verdaderamente relevante para la ciudadanía, que en este caso es la política. Hoy es un día histórico para la nación: se renueva el poder ejecutivo y, con ello, la primera mujer que ocupa la silla presidencial. Les comparto esta pequeña analogía para reflejar la realidad del país, como dirían los futboleros: “de rebote y en el área chica”.

Cada temporada en el fútbol, al igual que en la política, inicia con una nueva esperanza. Nos paramos en la cancha, con el balón y los tachones, soñando con hacer jugadas maestras. Cada sexenio es como un nuevo torneo: las ilusiones se renuevan, esperando que esta vez sí logremos esa remontada que nos lleve a mejores condiciones de vida y a un marcador más justo para todos.

En el fútbol, sabemos que no todos los partidos serán fáciles, y lo mismo sucede en la política. A veces jugamos con el viento en contra, pero eso no significa que no podamos meter el gol que cambie todo. Necesitamos jugadores comprometidos, un equipo que sepa hacer pases cortos y efectivos, porque los partidos no se ganan con una sola estrella, sino con juego en equipo.

Así que este sexenio es nuestra nueva temporada. La alineación está lista, pero el resultado depende de cómo juguemos todos juntos. No hay tiempo para quedarse en la banca; es momento de salir a la cancha y darlo todo. Porque si cada quien juega su partido, podemos llevarnos el campeonato.

Como ciudadano mexicano, y lejos de una militancia, quiero ver un país que brille al margen de una ideología, sin fanatismos a un escudo, y con la única camiseta llamada México.

Mucho éxito, PresidentA.