Conoce la mifepristona, el medicamento abortivo que sigue levantando polémica
La polémica por la falta de datos sobre complicaciones de la mifepristona crece en EE.UU., donde la FDA no exige reportar efectos adversos, dejando a médicos de urgencias asumir el control.
CIUDAD DE MÉXICO, México.- La mifepristona, aprobada por la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA) desde el año 2000, es un fármaco ampliamente utilizado para interrumpir embarazos de hasta 10 semanas. Este medicamento bloquea la progesterona, una hormona esencial para la continuación del embarazo, y se utiliza en conjunto con misoprostol.
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Aunque inicialmente fue autorizada para embarazos de hasta 7 semanas, en 2016 la FDA extendió su uso hasta las 10 semanas de gestación, basándose en estudios que demostraron su efectividad y seguridad. En 2019, también se aprobó una versión genérica del medicamento, lo que facilitó su acceso.
La postura de la FDA
La FDA ha reiterado que la mifepristona es segura cuando se utiliza según las indicaciones médicas. A lo largo de casi 24 años, ha sido sometida a revisiones periódicas que no han encontrado nuevos riesgos significativos. Estas revisiones incluyen el Programa de Estrategia de Mitigación y Evaluación de Riesgos (REMS), diseñado para garantizar el uso adecuado del fármaco.
Riesgos y contraindicaciones
La mifepristona tiene contraindicaciones importantes que deben considerarse para garantizar su uso seguro. Este medicamento no debe ser administrado a mujeres que cumplen con ciertas condiciones de salud, ya que su uso podría presentar riesgos significativos. La Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA) especifica varias contraindicaciones para la mifepristona, incluyendo las siguientes:
- Embarazo ectópico: No debe usarse si el embarazo está fuera del útero, ya que esto puede provocar complicaciones graves.
- Problemas con las glándulas suprarrenales: Condiciones que afectan estas glándulas pueden ser incompatibles con el uso de mifepristona.
- Tratamiento con corticosteroides a largo plazo: La terapia con estos medicamentos puede interferir con el efecto de la mifepristona.
- Reacción alérgica a mifepristona, misoprostol o medicamentos similares: Personas con historial de alergias a estos fármacos no deben usar mifepristona.
- Problemas de sangrado o uso de anticoagulantes: Mujeres con trastornos hemorrágicos o en tratamiento con anticoagulantes pueden estar en riesgo de complicaciones.
- Porfiria hereditaria: Este trastorno raro puede afectar el hígado y otros órganos, haciendo el uso de mifepristona potencialmente peligroso.
- Dispositivo intrauterino (DIU): Debe retirarse antes de la administración de mifepristona para evitar riesgos adicionales.
Estas contraindicaciones son fundamentales para prevenir efectos adversos graves y asegurar la seguridad del paciente durante el proceso de interrupción del embarazo.
Desde su aprobación, se han registrado 34 muertes asociadas con la mifepristona (sumando las dos más recientes en Georgia), aunque la FDA ha señalado que estos casos no pueden atribuirse exclusivamente al medicamento. Muchas veces, otros factores como tratamientos simultáneos o condiciones médicas preexistentes complican el cuadro clínico de los pacientes.
Es importante destacar que las muertes relacionadas con la mifepristona representan una pequeña fracción en comparación con el número total de pacientes que han utilizado el fármaco. Las revisiones de seguridad continúan siendo favorables para su uso, de acuerdo con la FDA.
Argumentos de los grupos antiaborto
Por otro lado, los grupos que se oponen al uso de la mifepristona presentan estudios que aseguran que el medicamento puede tener efectos adversos graves. Estos argumentos forman parte de los recursos legales presentados ante la Suprema Corte, que deberá escuchar ambos lados del debate.
En Estados Unidos, la seguridad de la mifepristona ha generado controversia debido a la falta de datos fiables. Esta falta de seguimiento permite que los médicos que prescriben mifepristona desconozcan las complicaciones que podrían sufrir sus pacientes, ya que se les instruye a acudir a urgencias sin un seguimiento continuo, interrumpiendo así la relación médico-paciente.
El uso de mifepristona y la responsabilidad del personal médico en casos de aborto han sido temas candentes en la industria. En estados con restricciones a los abortos, los médicos enfrentan desafíos adicionales, como en Georgia, donde no hay prohibiciones para tratar productos de la concepción retenidos. En algunos casos se critica a los médicos por no actuar rápidamente en la retirada de restos del aborto y en la administración del tratamiento adecuado. Esto resalta la necesidad de normas más estrictas para proteger a los pacientes y evitar eludir responsabilidades por parte de los proveedores de abortos.
Su uso en conjunto con otro medicamento
Es fundamental señalar que la mifepristona no actúa sola. El proceso de interrupción del embarazo incluye el uso de misoprostol, otro medicamento que ayuda a completar el procedimiento de manera segura. Ambos fármacos se utilizan conjuntamente para aumentar la efectividad.
El uso de la mifepristona no es exclusivo de Estados Unidos. En varios países, este medicamento se emplea como una alternativa segura y menos invasiva frente a otros métodos de interrupción del embarazo, lo que ha generado debates similares en distintos escenarios.
Ante cualquier cambio en las regulaciones, es crucial que la información científica sobre la mifepristona esté disponible para el público. El acceso a la información veraz y basada en evidencia es un derecho que permite a las personas tomar decisiones informadas sobre su salud reproductiva.