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Conoce la historia de la misión de BCS que desapareció en el desierto

Hace más de 300 años, entre Loreto y La Paz existió una misión fundada por misioneros jesuitas.

Foto: Sudcalifornios.com | Foto: Biblioteca Canva
Foto: Sudcalifornios.com | Foto: Biblioteca Canva

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Por: Gabriela Colín

¿Sabías qué existió una misión en Baja California Sur olvidada entre Loreto y La Paz? Este templo histórico funcionaba como lugar de descanso para quienes viajaban entre otras misiones y también como refugio durante conflictos.

Sin embargo, fue abandonada por la falta de agua, la escasa población y lo difícil del terreno. Hoy, solo quedan ruinas que son el testigo de su historia y de lo que alguna vez fue un importante punto de paso.


Video | Misión los Dolores de Chillá

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¿Cuál es la misión de Baja California Sur que desapareció en el desierto?

La Misión de Nuestra Señora de los Dolores de Chillá, también conocida como Misión de la Virgen de los Dolores del Sur, fue un asentamiento religioso fundado en la costa del Mar de Cortés durante el siglo XVIII.

Aunque se sabe que cumplía funciones importantes para los viajeros y los misioneros, muchos detalles sobre su ubicación exacta y su historia han quedado registrados en crónicas históricas.

La misión funcionó como un punto de descanso y refugio entre otras misiones de la región, pero con el tiempo enfrentó dificultades que afectaron su continuidad.

Esta misión fue fundada en agosto de 1721 por el misionero jesuita Clemente Guillén, financiada por el Fondo Piadoso de las Californias, un fondo creado a partir de donaciones para apoyar a la Compañía de Jesús.

Estaba ubicada a medio camino entre las misiones de Loreto y La Paz, y su función principal era servir de descanso para los viajeros y proteger a los misioneros durante conflictos con la población indígena local, especialmente durante la Rebelión de los pericúes.

En 1737, los jesuitas Lambert Hostell y Bernhart reubicaron la misión al oeste, en el arroyo de La Pasión, y establecieron varias capillas de visita, entre ellas La Concepción, La Santísima Trinidad, La Redención y La Resurrección.

Foto: Secretaría de Turismo y Economía de Baja California Sur

Foto: Secretaría de Turismo y Economía de Baja California Sur

¿Por qué se abandonó esta misión de Baja California Sur?

Después de casi 47 años en funcionamiento, la misión fue abandonada en 1768 por las condiciones tan difíciles de la región, como la falta de agua y la poca población que habitaba en la zona.

Los indígenas neófitos que vivían ahí fueron llevados a la Misión de Todos Santos (fundada en 1733), mientras que los ornamentos y objetos religiosos terminaron en la Alta California.

En su mejor momento, llegó a reunir a unos 350 habitantes indígenas, pero nunca logró prosperar del todo y con el tiempo quedó reducida a una visita subordinada a otras misiones más grandes.

Hoy, lo único que queda de la Misión de Nuestra Señora de los Dolores de Chillá son unos cuantos cimientos. Para llegar hasta ahí todavía se necesitan varias horas a caballo, ya que el terreno continúa siendo inhóspito y bastante alejado.

Además, también existió una capilla de visita llamada Nuestra Señora de los Dolores del Norte, ubicada más al norte de la misión principal, que servía de apoyo para los viajeros y habitantes de la región.

Foto: Programa Destinos México

Foto: Programa Destinos México

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¿Dónde se encuentra actualmente esta misión de Baja California Sur?

El sitio histórico se encuentra a 113 kilómetros al sur de la Misión de Nuestra Señora de Loreto, en el municipio de Comondú, Baja California Sur.

En el siglo XVIII su ubicación, muy cerca de la costa, lo hacía un punto estratégico, ya que funcionaba como un paso intermedio entre otras misiones de la región.

Hoy solo quedan algunos vestigios que permiten imaginar la extensión y estructura de lo que fue la misión, aunque ya no se conservan construcciones completas.

Para quienes quieran llegar hasta ahí, todavía es necesario hacerlo a caballo, por la distancia y lo complicado del terreno.

A pesar de los siglos, este lugar sigue siendo un testigo de la historia jesuita en la península y del proceso de evangelización en Baja California Sur.

No es el único: el estado está lleno de estos rincones históricos, como ocurre también en Santa Rosalía y otras comunidades que guardan huellas de aquella época.

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Con información de la Secretaría de Turismo y Economía de Baja California Sur y Programa Destinos México

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