¿Por qué se inunda tanto la Ciudad de México?
Calles de la CDMX convertidas en ríos, autos atrapados, transporte colapsado, casas inundadas.
Calles convertidas en ríos, autos atrapados, transporte colapsado, casas inundadas ¿Por qué seguimos enfrentando este caos? Te explico .
Primero, hace más de 500 años, la Ciudad de México se construyó sobre el Lago de Texcoco. Aunque el lago desapareció, la cuenca lacustre persiste, haciendo que la ciudad sea propensa a inundaciones, especialmente en zonas bajas como Tlalpan, Venustiano Carranza e Iztapalapa.
Segundo, el sistema de drenaje de la CDMX, uno de los más complejos y antiguos del mundo, ha quedado obsoleto frente al crecimiento urbano y los cambios climáticos. Muchos drenajes y alcantarillas están bloqueados por desechos, y el material existente ha mostrado signos de deterioro y saturación
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Tercero, el crecimiento desmedido de la ciudad ha agotado los espacios donde el agua se filtra al subsuelo. La falta de áreas verdes y la construcción en zonas de alto riesgo han obstruido el flujo natural del agua, exacerbando las inundaciones.
Cuarto, el cambio climático ha intensificado las lluvias torrenciales, poniendo a prueba la infraestructura de la ciudad. El problema es que estas son más frecuentes y rebasan la capacidad del drenaje
Cinco, la acumulación de basura en las alcantarillas contribuye al 50% de las inundaciones. Desechos como bolsas de plástico, botellas PET y cartón obstruyen el flujo del agua, impidiendo su desagüe.
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A pesar de los desafíos, existen iniciativas para mejorar la situación. La restauración del lago de Texcoco y la implementación de proyectos de infiltración de agua buscan mitigar las inundaciones y mejorar la gestión hídrica en la ciudad
Si bien algunos factores como no tirar basura en las calles y mantener destapadas las coladeras en casa son responsabilidad de los ciudadanos, lo cierto es que la capital necesita soluciones a gran escala y que las autoridades también trabajen en esto, es importante que reconozcamos que los cuerpos de agua son parte de la Ciudad de México y es fundamental frenar la urbanización descontrolada para comenzar a cambiar nuestra tormentosa relación con las lluvias.