Conoce el bosque embrujado del Edomex que está a una hora de la CDMX
Aprovecha estas vacaciones de Semana Santa para visitar el misterioso bosque embrujado de Jilotzingo, en el Edomex.
A solo una hora de la Ciudad de México, en el municipio de Jilotzingo, se encuentra Peña de Lobos, una reserva ecológica rodeada de misterio, naturaleza y cielos estrellados que parecen sacados de un cuento.
Es el plan perfecto para una escapada de fin de semana donde podrás reconectar contigo y con la tranquilidad del bosque.
Ubicada en el kilómetro 52 de la carretera Naucalpan–Ixtlahuaca, esta joya escondida del Estado de México ofrece una experiencia única: caminatas entre árboles, cascadas con toboganes naturales, y noches llenas de estrellas e historias que te pondrán la piel chinita.
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¿Qué puedes hacer en Peña de Lobos?
- Senderismo y caminatas mágicas: Recorre los senderos del bosque y déjate envolver por su atmósfera serena y misteriosa.
- Expedición Peñas de Mado: Aventúrate hasta las cascadas y disfruta de sus toboganes naturales.
- Caminatas nocturnas: Cuando cae la noche, el bosque se transforma. Participa en las caminatas guiadas bajo la luz de la luna, donde escucharás leyendas locales y tal vez… algún susurro entre los árboles.
- Tour paranormal: Para los más valientes, hay expediciones nocturnas en busca de lo sobrenatural. ¿Te atreves?
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Hospedaje y servicios
La reserva cuenta con cabañas rústicas y zonas para acampar. Ya sea que busques una noche acogedora bajo techo o dormir bajo las estrellas, aquí encuentras el espacio ideal. Eso sí, se requiere reservación previa, ya que no se permite el acceso sin registro.
También puedes disfrutar de antojitos mexicanos, parrilladas y comida típica los fines de semana, así que no te preocupes por llevar provisiones.
Costos
- Entrada general: $50 por persona
- Campamento: $100 por persona por noche
- Estacionamiento: $60 por noche o $30 por día de campo
- Las cabañas tienen costos variables; puedes consultarlos en su página oficial
Peña de Lobos es más que una reserva natural, es un refugio para el alma. Si amas la naturaleza, los cielos despejados, las buenas historias y las escapadas con encanto, este lugar te va a encantar. Solo recuerda respetar su reglamento: es un espacio de armonía que merece cuidado.
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