“Duro de Matar”: ¿clásico navideño o confusión colectiva?
Por años "Duro de Matar" ha despertado el debate en la comunidad cinéfila sobre si está aventura de acción puede considerarse de Navidad
Durante más de tres décadas, pocas discusiones dentro de la cultura pop han sido tan persistentes como la que rodea a “Duro de Matar” de 1988.
Desde su estreno, la cinta protagonizada por Bruce Willis ha dividido al público con una pregunta aparentemente sencilla, pero polémica: ¿se trata realmente de una película navideña o solo de una historia de acción que ocurre por casualidad en Navidad?
Una controversia que surge a partir de su peculiar mezcla, la cual para algunos espectadores rompe con las convenciones del género navideño y ofrece una alternativa distinta; para otros, los elementos decembrinos no son suficientes para otorgarle ese estatus. Analicemos por qué el debate sigue más vivo que nunca.
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¿De qué trata “Duro de Matar”?
La historia sigue a “John McClane” (Willis), un policía de Nueva York que viaja a Los Ángeles con la intención de reconciliarse con su esposa “Holly”, dentro de una gran fiesta organizada en el Nakatomi Plaza, una gran rascacielos de la ciudad.
Todo se transforma rápidamente en una pesadilla cuando un grupo de criminales, liderados por "Hans Gruber" (Alan Rickman), toma el edificio y a sus asistentes como rehenes, como parte de lo que parece un atentado terrorista.
Así que "McClane", se ve obligado a enfrentarlos usando su ingenio y resistencia, convirtiéndose en un héroe improvisado durante la noche de Navidad.
¿Por qué existe el debate sobre si es una película navideña desde hace mucho tiempo?
Quienes defienden que “Duro de Matar” pertenece al cine navideño señalan que la festividad no es solo un fondo decorativo, ya que la historia gira en torno a la reconciliación familiar, uno de los valores más recurrentes del género, y toda la acción ocurre explícitamente durante Nochebuena.
Además, la cinta está llena de referencias navideñas, desde villancicos integrados en la banda sonora hasta bromas y símbolos icónicos, como la famosa escena del cadáver con el mensaje “Ho Ho Ho”. Estos elementos refuerzan la idea de que la Navidad está presente de forma constante y deliberada.
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Sin embargo, el sector más crítico argumenta que el alto nivel de violencia y su enfoque en la acción la alejan de las convenciones tradicionales del cine navideño. Para ellos, la festividad funciona únicamente como un recurso narrativo, un pretexto que no define el tono ni el mensaje principal de la película.
Otro punto clave es su falta de orientación familiar. A diferencia de la mayoría de producciones navideñas clásicas, la película no está pensada para todo público, lo que dificulta su inclusión dentro del canon más conservador del género.
¿Entonces “Duro de Matar” es una película navideña?
La realidad es que no existe una respuesta definitiva. Como ocurre con muchas obras cinematográficas, la interpretación depende del espectador. Para algunos, representa una alternativa más adulta y poco convencional a las historias navideñas de siempre; para otros, es simplemente una película de acción ambientada en diciembre.
Tal vez la respuesta más justa sea colocarla en un punto intermedio: una cinta de acción con espíritu navideño, que puede tener su sector de fanáticos que deciden por elección verla en estas fechas, pero otros que simplemente lo dejan pasar.
Y no es un caso aislado, ya que películas como “El Extraño Mundo de Jack”, dirigida por Henry Selick y producida por Tim Burton, también generan debates similares entre Halloween y Navidad, por la combinación de ambas celebraciones.
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