Marcha del Orgullo CDMX 2025: Una marea arcoíris que hizo vibrar el corazón de la ciudad
Con música, cuerpos libres y banderas ondeando, la 47ª edición de la Marcha del Orgullo Lgbtttiq+ llenó las calles de la Ciudad de México.

La mañana del sábado 28 de junio no fue una más en la capital mexicana. Apenas el sol empezó a colarse entre los edificios de Paseo de la Reforma, comenzaron a aparecer las primeras coronas de flores, plataformas altísimas, maquillajes multicolor y pancartas llenas de poder.
El Ángel de la Independencia, punto de encuentro histórico, se volvió epicentro de una energía desbordante: una marea de cuerpos diversos, orgullosos y visibles, lista para marchar, resistir y celebrar.
A las 11:00 de la mañana ya era difícil caminar sin encontrarse con alguien dispuesto a abrazar, posar o corear. Globos, pelucas, lentejuelas, torsos descubiertos, botas vaqueras, abuelitas con pancartas, familias con niños, banderas trans, no binarias y del orgullo intersex flameando con fuerza.
Era una marcha, sí, pero también una declaración colectiva de existencia y amor sin condiciones.
La ruta del orgullo: paso a paso hasta el corazón de la ciudad
La 47ª Marcha del Orgullo Lgbttti+avanzó desde la glorieta del Ángel, recorriendo Paseo de la Reforma, cruzando Avenida Juárez, tomando el Eje Central y desembocando en la Calle 5 de Mayo, hasta llegar a un Zócalo capitalino abarrotado, donde la emoción era ya tan densa como el calor del asfalto.
El lema de este año: “¡Frente al Estado opresor, disidencia y resistencia!”, se sintió en cada pancarta, cada canto, cada beso en público.

Uno de los momentos más poderosos del recorrido fue el tramo en silencio, donde la multitud redujo su euforia por respeto a las víctimas de crímenes de odio.
Entre la Glorieta de las Mujeres que Luchan y el Antimonumento a los 43, solo se escuchaban pasos y suspiros. Un silencio que gritaba. Un silencio que, al romperse, se volvió aplauso, vida y memoria.
Cierre con ritmo, brillo y tributo en el Zócalo
Ya en el corazón de la capital, la marcha se transformó en festival. Sobre el escenario instalado en la plancha del Zócalo, se sucedieron presentaciones de artistas como Bellakath, Flor Amargo, Pablo Ruiz, entre otros, en un espectáculo gratuito que reunió a decenas de miles.
Los beats urbanos, pop, baladas y hasta música electrónica acompañaron una tarde donde el sudor, la emoción y la libertad se mezclaron sin etiquetas.
La marcha fue también un homenaje. A las identidades invisibilizadas, a las personas trans asesinadas, a quienes lucharon antes. “El odio no se vence con más odio, se vence con amor”, se escuchó repetir a varios asistentes, recordando que el orgullo es memoria y también esperanza.
Te puede interesar....