Golpe fallido en Bolivia: cuatro militares más bajo custodia
La captura de cuatro militares más, presuntamente involucrados en un intento de golpe de Estado en Bolivia, ha puesto al país en alerta, según confirmó el ministro de Gobierno, Eduardo del Castillo.
LA PAZ, Bolivia.- En un giro inesperado en la turbulenta escena política de Bolivia, las autoridades detuvieron a cuatro militares acusados de encabezar un fallido intento de golpe de Estado contra el gobierno del presidente Luis Arce. Según informó el ministro de Gobierno, Eduardo del Castillo, estos arrestos elevan a 21 el número total de detenidos en relación con el incidente.
Ver nota:
Arrestan a Juan José Zúñiga, señalado del intento de golpe de Estado en Bolivia
El ministro Del Castillo reveló en una conferencia de prensa que entre los detenidos se encuentra el capitán de infantería Miguel Burgos, a quien se acusa de coordinar la toma de la plaza Murillo, un punto clave frente a la sede gubernamental. Burgos fue visto dando instrucciones y organizando el despliegue de fuerzas y vehículos blindados, según las declaraciones del ministro.
Además, se presentó al sargento Allan Condorini, identificado como el conductor del tanque que derribó la puerta de la sede del Ejecutivo. Del Castillo subrayó que estos actos formaban parte de un plan más amplio para desestabilizar el gobierno.
Otro detenido destacado es el general de la Fuerza Aérea, Marcelo Zegarra, actualmente bajo custodia mientras se lleva a cabo una investigación especial. Zegarra aún no ha sido mostrado a la prensa debido a la sensibilidad de las indagaciones en curso.
Este fallido intento de golpe ha sido bautizado por Del Castillo como el “Golpe de Estado Fallido”. Las autoridades aseguran que los detenidos estaban implicados en la destrucción de bienes públicos y planeaban una serie de acciones para cambiar el gabinete de gobierno y liberar a figuras políticas encarceladas.
En una revelación intrigante, Del Castillo afirmó que los conspiradores utilizaban la aplicación de videollamadas Facetime para coordinar sus movimientos, evitando el uso de redes sociales convencionales. Esto indica un nivel de planificación y secretismo que ha sorprendido a las autoridades.
El destituido comandante general del Ejército, Juan José Zuñiga, señalado como el principal instigador del plan golpista, habría buscado cambiar la dirección del gobierno y liberar a figuras clave como la expresidenta interina Jeanine Áñez y el gobernador opositor Luis Fernando Camacho.
Del Castillo calificó a Zuñiga de narcisista, describiendo sus aspiraciones como 'el General del Pueblo, un líder planetario,' y sugirió que estas conductas deberán ser evaluadas por expertos en psiquiatría. Esta caracterización de Zúñiga añade una dimensión personal y psicológica a los motivos detrás del fallido golpe.
El intento de golpe y las subsiguientes detenciones han puesto de manifiesto las tensiones subyacentes en la política boliviana, resaltando las divisiones y el descontento existente entre ciertos sectores de las fuerzas armadas y el gobierno. La detención de Zúñiga y sus colaboradores fue un momento clave que evitó que la situación escalara aún más.
Ver nota:
Denuncian golpe de estado en Bolivia: militares toman palacio de Gobierno
Finalmente, Del Castillo hizo un llamamiento a la calma, asegurando que el gobierno está tomando medidas firmes para mantener la estabilidad y seguridad en el país. Los recientes eventos subrayan la necesidad de una vigilancia continua y la cooperación de todas las partes para preservar la paz y el orden en Bolivia.
