José Raúl Mulino juramenta como nuevo presidente de Panamá hasta 2029
En una ceremonia en Ciudad de Panamá, José Raúl Mulino juró como presidente de Panamá para 2024-2029, con la presencia de destacados líderes y la promesa de reactivar la economía.
CIUDAD DE PANAMÁ, Panamá.- En una ceremonia cargada de simbolismo y con la presencia de destacados líderes internacionales, José Raúl Mulino asumió la presidencia de Panamá para el periodo 2024-2029. A sus 65 años, Mulino recibió la banda presidencial de manos de Dana Castañeda, presidenta de la Asamblea Nacional, en un evento celebrado en la capital panameña.
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El acto contó con la asistencia del rey Felipe VI de España y los presidentes Gustavo Petro de Colombia, Rodrigo Chaves de Costa Rica, Xiomara Castro de Honduras y Luis Abinader de República Dominicana, entre otros dignatarios. En su discurso de toma de posesión, Mulino, acompañado de su esposa Maricel Cohen, se comprometió solemnemente a 'cumplir y hacer cumplir la ley y la Constitución' de Panamá.
Mulino emergió como presidente tras unas elecciones celebradas el 5 de mayo de 2024, donde obtuvo más del 34% de los votos. Su camino a la presidencia se perfiló tras la inhabilitación del exmandatario Ricardo Martinelli, quien inicialmente encabezaba la fórmula presidencial, pero fue descalificado tras ser condenado por corrupción.
El nuevo mandatario enfrenta el reto de liderar un gobierno con un Parlamento fragmentado. En las recientes elecciones, aunque su partido, Realzando Metas (RM), logró imponerse en la presidencia, las curules parlamentarias se distribuyeron de manera más equitativa. RM, fundado por Martinelli, se vio obligado a forjar alianzas con partidos tradicionales para garantizar su control sobre la legislatura.
En su discurso inaugural, Mulino reconoció la creciente influencia de los independientes, quienes obtuvieron 20 escaños en la Asamblea Nacional, convirtiéndose en la primera minoría. Este resultado destaca la pérdida de poder de los partidos tradicionales, que ahora enfrentan una notable disminución en su representación.
El nuevo presidente no perdió tiempo en entablar conversaciones con diversas bancadas parlamentarias, una señal clara de su intención de trabajar de manera consensuada. Mulino enfatizó la necesidad de unir esfuerzos para abordar los desafíos que enfrenta Panamá, incluyendo la reactivación económica y la crisis en el sistema de pensiones.
Entre los temas críticos que el presidente Mulino deberá atender se encuentran la crisis hídrica en el Canal de Panamá y la gestión de la migración irregular, un fenómeno que afecta a Panamá como país de tránsito hacia Estados Unidos. Además, la controversia minera y las tensiones relacionadas con los recursos naturales serán puntos clave en su agenda de gobierno.
El nuevo gobierno de Mulino también se enfrentará a la tarea de recuperar la confianza pública en las instituciones y promover la transparencia, aspectos que han sido temas recurrentes en el debate político nacional. Su administración buscará equilibrar los intereses nacionales con la necesidad de mantener la estabilidad social y económica.
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Con una visión orientada al consenso y un enfoque pragmático, Mulino inició su mandato con la promesa de liderar a Panamá hacia un periodo de crecimiento y desarrollo, enfrentando de frente los desafíos que el país ha arrastrado en los últimos años.
