Rey Carlos III enfrenta reclamos coloniales durante su visita a Australia
Tras la visita del Rey Carlos a Australia, la senadora indígena Lidia Thorpe alzó la voz en el Parlamento, criticando el legado colonial británico y exigiendo la devolución de tierras a su pueblo.
CANBERRA, Australia.- La gira de Carlos III por Australia, destinada a reforzar su relación con el país, tomó un giro inesperado cuando la senadora aborigen Lidia Thorpe lo enfrentó directamente en el Parlamento. La senadora aprovechó el final del discurso del monarca para lanzar una dura crítica sobre el legado colonial de la corona británica en tierras australianas.
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Lidia Thorpe exige la devolución de tierras aborígenes
Con un tono desafiante, Lidia Thorpe exclamó: '¡Devuélvannos nuestra tierra!', una frase que resonó en la sala. La senadora subrayó el dolor histórico que la colonización británica infligió a los pueblos indígenas, mencionando el 'genocidio' de las comunidades aborígenes durante más de un siglo de colonización.
Una senadora indígena australiana interrumpe la visita de Carlos III al grito de "Tú no eres mi rey" y le culpa de cometer un genocidio contra los
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aborígenes: "¡Devuélvenos nuestra tierra!" https://t.co/9G6BUeGAp1 pic.twitter.com/LdbIGQEGjz
Carlos III y su visita a Australia en medio de tensiones coloniales
La confrontación se dio en el marco de la visita de nueve días que Carlos III realiza a Australia, siendo esta su gira más larga desde su coronación en mayo de 2023. Pese a su agenda de compromisos, el rey no esperaba un enfrentamiento directo sobre la colonización, una herida abierta en la historia australiana.
El legado de la colonización británica en Australia
Australia fue colonia británica durante más de un siglo, período en el que miles de aborígenes fueron asesinados y comunidades desplazadas. Aunque el país se independizó en 1901, la conexión con la monarquía británica sigue siendo una realidad, con Carlos III como jefe de Estado.
Previo al incidente con Thorpe, el rey Carlos III había centrado su discurso en un llamado a la acción climática. Instó a Australia, cuya economía depende en gran medida de la minería, a liderar la lucha global contra el cambio climático y a actuar como custodios del planeta.
Protestas y reclamos históricos de los pueblos indígenas
La confrontación entre Lidia Thorpe y Carlos III refleja una creciente demanda de justicia por parte de las comunidades indígenas de Australia, que han exigido durante años una reparación por las tierras arrebatadas y el impacto devastador de la colonización.
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Conocido por su postura ecologista, el rey ha sido un defensor del medio ambiente durante décadas. En su discurso, destacó la creciente frecuencia de desastres naturales en Australia como una prueba del cambio climático y urgió al país a tomar un rol protagónico en la protección de la biodiversidad.
Una senadora aborigen, ataviada con una piel de canguro, interrumpe el discurso de Carlos III para gritar “no es nuestro rey” y señalarlo por el genocidio #powerdressing #protocolo pic.twitter.com/FywT0C4Rkr
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El interés del rey en el medio ambiente a veces raya lo peculiar: ha modificado su Aston Martin para que funcione con etanol derivado de desechos, y afirma que le habla a las plantas para ayudarlas a crecer, algo que le ha ganado tanto admiradores como detractores.
Homenajes y compromisos en la agenda real en Australia
Antes del tenso momento con la senadora Thorpe, Carlos III rindió homenaje a las víctimas de guerras en el Memorial de Canberra y visitó un laboratorio dedicado a la investigación de incendios forestales. También se esperaba que asistiera a una barbacoa pública en Sídney.
Aunque la gira del rey incluye varios compromisos, muchos eventos masivos fueron descartados debido a su delicado estado de salud. A pesar de su lucha contra el cáncer, Carlos III continúa cumpliendo con sus deberes como jefe de Estado.
Tensiones entre la monarquía y los políticos australianos
El viaje de Carlos III ha estado marcado por la ausencia de varios primeros ministros estatales en la recepción parlamentaria en su honor, lo que podría indicar una disminución del apoyo a la monarquía británica en Australia.
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Aunque en el pasado las visitas reales generaban gran entusiasmo, como ocurrió con Isabel II en 2011, la actitud de los australianos hacia la monarquía parece haber cambiado. Hoy, el fervor por la realeza es más moderado, reflejando una sociedad que se replantea su identidad en el mundo moderno.
