Tensión entre Venezuela y España: Maduro rechaza intervención extranjera
Venezuela lanzó una advertencia firme a España, dejando claro que no aceptará interferencias externas en su política interna, tras declaraciones críticas de funcionarios españoles.
CARACAS, Venezuela.- El gobierno de Nicolás Maduro se mostró firme ante España, señalando que no tolerará la intervención de ningún país en los asuntos internos de Venezuela. Esta postura se hizo evidente tras una reunión entre el embajador español en Caracas, Ramón Santos, y el ministro de Relaciones Exteriores venezolano, Yván Gil. La reunión ocurrió después de que el gobierno venezolano llamara a consultas al embajador español en respuesta a lo que consideraron declaraciones 'injerencistas' por parte del gobierno de Pedro Sánchez.
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Tensión entre España y Venezuela
En un comunicado emitido a través de la plataforma Telegram, Gil dejó claro que Venezuela no aceptará acciones que interfieran en su soberanía, asegurando que su gobierno tomará las medidas necesarias en el marco del derecho internacional para proteger los intereses nacionales. Esta postura refleja la política de 'diplomacia bolivariana de paz' promovida por el ejecutivo de Maduro.
La tensión entre ambas naciones se intensificó tras comentarios realizados por la ministra de Defensa de España, Margarita Robles, quien calificó al gobierno venezolano como una 'dictadura'. Robles también criticó la situación de los derechos humanos en Venezuela, haciendo referencia a los miles de ciudadanos que han abandonado el país debido a la violencia, falta de democracia y restricción de libertades.
El gobierno venezolano también ha decidido llamar a su embajadora en España, Gladys Gutiérrez, para consultas, con su retorno a Caracas previsto para finales de semana. Esta decisión, sumada a la reunión con el embajador español, marca un claro distanciamiento diplomático entre ambas naciones.
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“Las mejores relaciones posibles”
En respuesta, el gobierno español ha optado por bajar el tono de la confrontación. José Manuel Albares, ministro de Asuntos Exteriores de España, destacó que su país busca mantener 'las mejores relaciones posibles' con Venezuela, señalando que su principal interés es la protección de las empresas y ciudadanos españoles en el país latinoamericano.
La crisis diplomática entre ambos países se enmarca en un contexto más amplio de tensiones tras las elecciones presidenciales del 28 de julio en Venezuela. Mientras el Consejo Nacional Electoral otorgó la victoria a Nicolás Maduro, la oposición sostiene que su candidato, Edmundo González Urrutia, fue el verdadero ganador, una postura que ha generado controversia en la comunidad internacional.
El Congreso español, a excepción del gobernante Partido Socialista Obrero Español (PSOE), ha reconocido a González Urrutia como presidente legítimo de Venezuela, lo que ha agravado aún más la tensión entre Caracas y Madrid. El líder opositor se encuentra actualmente exiliado en España, donde ha solicitado asilo político debido a la persecución que dice enfrentar en su país.
Romper “todas las relaciones”
Por su parte, el parlamento venezolano, controlado por el chavismo, ha propuesto una resolución que insta a Maduro a cortar todas las relaciones diplomáticas y comerciales con España. Aunque esta medida aún no ha sido aprobada, refleja el deterioro creciente en las relaciones bilaterales.
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Esta serie de intercambios diplomáticos ha generado incertidumbre sobre el futuro de las relaciones entre ambos países, con implicaciones tanto para la comunidad internacional como para los ciudadanos y empresas españolas que residen y operan en Venezuela.
