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México

Cantona: la zona arqueológica con 27 juegos de pelota en Puebla que fue abandonada

El sitio arqueológico más grande del país, pero de los menos visitados

Cantona: la zona arqueológica con 27 juegos de pelota en Puebla que fue abandonada. Foto: Carlos Moreno
Cantona: la zona arqueológica con 27 juegos de pelota en Puebla que fue abandonada. Foto: Carlos Moreno

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Por: Carlos Moreno

Cantona, Puebla.-¿Cabría la posibilidad de que, antes del contacto con los europeos, la ciudad de Cantona haya sido el lugar donde se celebraban encuentros parecidos a los actuales Mundiales de fútbol

Quizás esa podría ser una explicación aún no explorada por los arqueólogos para responder al hecho de que, en este sitio arqueológico, el más grande del país, existen 27 juegos de pelota.

Foto: Carlos Moreno

Foto: Carlos Moreno

En el mundo mesoamericano, el juego de pelota tenía un sentido estrictamente ritual y no deportivo, como en nuestros días.

Mesoamérica no es una unidad territorial o política, sino la serie de rasgos culturales comunes encontrados en las diferentes civilizaciones que ocuparon el centro de lo que hoy es México y parte de Guatemala, Honduras y El Salvador.

¿Cuál es la importancia del juego de pelota?

Y el juego de pelota, al igual que los sacrificios humanos, los basamentos piramidales, entre otros, eran compartidos por nahuas, mayas, toltecas, teotihuacanos, xicalancas, mixtecos, zopotecos y más.

Fue en un juego de pelota, por ejemplo, donde los gemelos mayas Hunahpú e Ixbalanqué derrotaron a los dioses del inframundo y, de esa victoria, surgieron el Sol y la Luna, de acuerdo con el relato del Popol Vuh.

Estas culturas ni siquiera alcanzaron a tener contacto: cuando los exploradores mexicas llegaron a los pantanos de lo que hoy es Tabasco, la civilización olmeca tendría al menos 1,700 años de haber desaparecido, al igual que Teotihuacán, Monte Albán, El Tajín, Chichén Itzá o Palenque.

Olmeca es un término nahua que hace referencia a unos habitantes del país del hule, pero quienes edificaron las cabezas colosales no se sabe qué idioma hablaban, ni cómo se definían así mismos. Los mexicas pensaron que eran seres gigantes, cuando descubrieron algunas de sus estructuras cubiertas por la selva.

¿En dónde se ubica Cantona?

Un caso similar, pero aún más misterioso es el de Cantona, la zona arqueológica ubicada al pie de la Sierra Madre Oriental, a unos 80 kilómetros al nororiente de la capital poblana.

En sus investigaciones para el Instituto Nacional de Antropología e Historia, el arqueólogo Ángel García Cook señala que se ha explorado y habilitado para vista del público 25 hectáreas; es decir, la parte visitable actualmente es del mismo tamaño de Teotihuacán.

Foto: Carlos Moreno

Foto: Carlos Moreno

Sin embargo, esto sólo representa el 1.7 por ciento del total de la superficie de Cantona, que en realidad es de 1,453 hectáreas, que habrán llegado a su apogeo entre los siglos 6 y 8 después de Cristo, albergando hasta 80,000 habitantes.

¿De qué tamaño es Cantona?

Si Cantona existiera en nuestros días, sería del tamaño de San Cristóbal de las Casas, de la capital de Tlaxcala o de Toluca, para tener una idea de la importancia que tuvo.

La parte que está abierta al público en Cantona está dividida en dos partes: la Acrópolis, donde se localizaba el centro cívico y religioso de la ciudad, y las terrazas intermedias.

En la Acrópolis hay 32 conjuntos arquitectónicos donde se encuentran seis juegos de pelota que están perfectamente alineados, así como nueve plazas cívico-religiosas con una pirámide y 16 unidades habitacionales para la élite.

En esta parte, los arqueólogos exploraron, liberaron y habilitaron 39 vías de circulación. En total, sus calles y calzadas sumarían 12 kilómetros de extensión.

Sobre la parte de las terrazas, los investigadores detectaron que ahí se construyeron 54 unidades habitacionales populares, nueve unidades habitacionales para la élite y una mixta, que compartían gobernantes y religiosos.

Todo esto está construido sobre un terreno pedregoso, producto de lava de erupciones volcánicas.

Foto: Carlos Moreno

Foto: Carlos Moreno

No se sabe qué ocurrió con Cantona. A pesar de su magnitud y que para su tiempo fue una megaciudad, no existen estelas o un sistema de escritura que nos hable de sus habitantes, sus usos y sus costumbres.

Tampoco existen registros de que invasiones de otros pueblos, la guerra o las catástrofes naturales hayan obligado a sus habitantes. Cantona cuenta con un complejo pero eficiente sistema de abasto de agua que tampoco sería motivo para su abandono.

Se cree que Cantona fue abandonada entre los años 800 y 1000 de nuestra era. Pero hoy los arqueólogos han dispuesto de un museo de sitio para conocer más sobre este enigmático lugar.

Foto: Carlos Moreno

Foto: Carlos Moreno

Para visitar Cantona en auto, el recorrido es de poco más de 1 hora desde la capital poblana por la autopista a Teziutlán, o bien por la carretera federal 129 Amozoc-Teziutlán.

En autobús, desde la Central Camionera de Puebla, la línea AU al municipio de Oriental es la ruta, y de ahí tomar un taxi local.

Para hospedarse y disfrutar de la gastronomía local, a 30 minutos de la zona arqueológica se encuentra la hacienda San Antonio Tochatlaco, en el municipio de Tepeyahualco, que ofrece arquitectura del siglo 19, cabañas y una magnífica vista del Pico de Orizaba.

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