“No abandonen a los lomitos”, el urgente pedido de un barrendero de San Nicolás

APODACA, Nuevo León.- Don Armando pidió un compañero de vida y al ir caminando por las calles de Apodaca, se topó con un lomito que lo comenzó a seguir al cruzar por un estrecho puente, el decidió subirlo a su triciclo y comenzar una historia de dos almas solitarias.

Este lomito cabizbajo y cansado siguió a Don Armando un hombre de 51 años y empleado de barrido en la Central de Abastos de San Nicolás, lo siguió por varias cuadras, pero se robó el corazón de un hombre bueno, quien lo subió a su triciclo para protegerlo de los carros.

¿Qué llamado hizo Don Armando a la gente que adopta o compra un cachorro?

Para Don Armando Sanjuanero Escamilla, quien tiene 51 años de edad y desde los 5 llegó desde San Luis Potosí, dice que es muy triste ver que cuando son cachorros, todas las personas se vuelcan sobre ellos, hasta los tratan como bebés.

Lastimosamente cuando crecen, a la gente desafortunadamente “les estorban”, al grado de abandonarlos.

La gente no los deben de abandonar, ellos también sienten, son como uno, crecen y se hacen viejos y se enferman, pero no por eso los van a abandonar

Armando Sanjuanero - Barrendero

¿En dónde se cruzaron las dos almas solitarias?

Fue justo a la altura de Antiguo Camino a Santo Domingo, en el límite de los municipios de San Nicolás y Apodaca.

El triciclo estaba lleno con trozos de madera y algo de cartón, pero había un lugar especial para el lomito a quien le dio de comer y estaba por darle agua. Prefirió amarrarlo un poco para evitar que saltara.

¿Qué nombre recibirá el lomito y cómo serán sus días?

Don Armando cuenta que aún no sabe que nombre le pondrá a su nuevo amigo.

Lo que sí sabe es que, de ahora en adelante, mientras él trabaja, el lomito pasará las mañanas en su casa, y en las tardes recorrerán las calles de la ciudad abordo del triciclo, juntos como dos buenos amigos que dejaran la soledad para hacerse compañía.