Piñatas en Monterrey: Casimiro Torres mantiene viva una tradición mexicana
La evolución de las piñatas en Nuevo León, guiada por Casimiro Torres, mantiene viva una rica tradición cultural mexicana.
En medio del ruido urbano y las temporadas comerciales que van y vienen, hay oficios que se mantienen firmes con el paso de los años.
Uno de ellos es el de Casimiro Torres, comerciante regiomontano que desde hace más de cuatro décadas se dedica a la venta de piñatas, un símbolo profundamente arraigado en la cultura mexicana.
Desde su negocio ubicado en la colonia Privada Roma, en Monterrey, Casimiro no solo vende artículos festivos, sino más bien resguarda una tradición que sigue viva en barrios, escuelas y hogares del estado.
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Aquí te contamos cómo nos fue en su entrevista para POSTA.
¿Cómo ha evolucionado la piñata a lo largo de los años?
Casimiro Torres ha sido testigo directo de la transformación de la piñata, tanto en materiales como en técnicas de fabricación.
De acuerdo con su experiencia, las primeras piñatas tenían un origen completamente artesanal y rústico, elaboradas con jarros de barro que se reutilizaban cuando ya no servían para otros fines.
Con el tiempo, esta técnica dio paso a estructuras hechas de carrizo amarrado con alambre, recubiertas con papel periódico y engrudo.
“Las primeras que vendí fueron de carrizo, Ahorita ya es puro cartón, lo cortan con moldes y lo pegan con grapas o cinta”, señaló.
En la actualidad, la mayoría de las piñatas se fabrican con cartón macizo, moldeado y ensamblado con grapas o cinta, lo que permite mayor resistencia y variedad de diseños.
Aunque el “esqueleto” cambió, el acabado sigue conservando el uso de papel china y papel crepé, elementos que mantienen su colorido y esencia tradicional.
¿Por qué la venta de piñatas no se ha visto afectada por las nuevas generaciones?
Contrario a lo que ocurre con otros oficios tradicionales, Casimiro asegura que la venta de piñatas no ha disminuido, incluso con la llegada de nuevas generaciones.
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Explica que la piñata sigue siendo un elemento central en celebraciones como posadas, cumpleaños y fiestas decembrinas, especialmente en Monterrey y su zona metropolitana.
Aunque los diseños se han diversificado y ahora incluyen personajes y figuras modernas, la piñata clásica especialmente la de siete picos, sigue siendo la más solicitada durante la temporada navideña.
Esta permanencia, dice, demuestra que la tradición se adapta sin desaparecer.
“La tradición sigue… vendemos todo el año piñatas de figuras y en esta temporada lo que más se pide es la estrella de siete picos”.
¿Qué representa la piñata de siete picos para la cultura popular?
La piñata de siete picos no solo es un objeto decorativo o de juego.
Para Casimiro, representa un símbolo cultural que une a personas de distintas edades y contextos sociales.
Cada pico conserva un significado ligado a antiguas enseñanzas religiosas y comunitarias, lo que la convierte en un elemento cargado de historia y simbolismo.
A pesar de los cambios económicos y sociales, este tipo de piñata continúa siendo protagonista de las celebraciones decembrinas, reafirmando su lugar dentro de la identidad cultural de Nuevo León.
¿Dónde se puede encontrar el negocio de Casimiro Torres?
El punto de venta de Casimiro Torres se localiza en Río Nazas número 703, colonia Privada Roma, en Monterrey, una zona rodeada de barrios tradicionales y con alto movimiento comercial.
Desde ahí, distribuye piñatas durante todo el año, apoyándose en el trabajo de artesanos locales que mantienen viva esta práctica.
Con más de 40 años en el oficio, Casimiro demuestra que la piñata no es solo un producto de temporada, sino una tradición que, lejos de extinguirse, sigue reinventándose sin perder su esencia.
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