Amor y abundancia: la ropa interior roja y amarilla marca la tendencia de Año Nuevo
Entre tradición y comercio; el rojo y amarillo dominan las ventas de fin de año en Nuevo León.
Entre las tradiciones para recibir el año nuevo, está la de usar choninos rojos y amarillos que sigue siendo uno de los rituales que las nuevas generaciones continúan promoviendo.
Cada 31 de diciembre, entre las compras de última hora y los preparativos para la cena, una tradición se mantiene viva: la de los choninos rojos y amarillos, una costumbre que cruza generaciones y que, año con año, reaparece en mercados, locales de lencería y comercios locales.
¿Qué representa el color rojo?
El color rojo se asocia con el amor, la pasión y la vida en pareja, por lo que muchas personas lo eligen con la esperanza de atraer relaciones estables o fortalecer las ya existentes.
POSTA salió a buscar la opinión de la ciudadanía, para saber cómo aplican esta tradición, y entre las distintas formas de llevarlo a cabo, está el ponerse estas prendas en la cabeza, o usarlas debidamente; lo mejor es que sean regaladas, pero en caso de que nadie se anime, pues toca comprarlas.
Al menos así lo compartieron las personas entrevistadas.
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¿Qué representa el color amarillo?
En contraste, el amarillo simboliza el dinero, la prosperidad y la abundancia, convirtiéndose en uno de los más buscados por quienes desean un año con estabilidad económica.
Más allá de la superstición, portar choninos de estos colores al recibir el Año Nuevo representa un acto cargado de intención y esperanza. Para algunos es un juego heredado de la familia; para otros, una forma simbólica de comenzar el año con buena energía y pensamientos positivos.
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¿Qué dicen los comerciantes sobre la venta de ropa interior de colores?
Para los comerciantes, esta tradición hace que se incrementen considerablemente las ventas. POSTA quiso conocer la opinión de los comerciantes y confirman que, pese al paso del tiempo, esta tradición continúa siendo parte del ritual con el que muchas personas despiden un año y dan la bienvenida a otro.
Así, entre risas, creencias y deseos, los choninos rojos y amarillos se convierten en un pequeño pero significativo detalle que acompaña el inicio de un nuevo ciclo.
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