La esfera política
Por: Hugo Ontiveros
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¿Cómo se gana una elección en Estados Unidos?
La jornada electoral de Estados Unidos se vive diferente que en México.
Estamos a horas de saber quién será el nuevo inquilino o inquilina de la “Casa Blanca”, pero antes de que esto pase, te digo cómo se gana una elección en el vecino país del norte. La elección presidencial en Estados Unidos no es como la mayoría de los países. Acá no se gana por los votos totales, o sea, por la famosa “mayoría absoluta” o por el 50+1. En lugar de eso, usan un sistema que se llama el Colegio Electoral, y ahí es donde la cosa se pone bastante interesante.
Bueno, pues déjenme les explico lo más sencillo posible: cada estado tiene un número fijo de “electores” en función de su población. Es como si cada estado tuviera un “poder de voto” diferente, basado en el número de habitantes. Por ejemplo, California, que es muy poblado, tiene 55 votos electorales, mientras que un estado pequeño como Vermont tiene solo 3. En total hay 538 votos electorales en juego, y el número mágico para ganar la presidencia es 270. Es decir, si un candidato llega a esos 270 votos electorales, se corona presidente.
¿Y cómo se ganan esos votos electorales?
Aquí es donde el asunto se vuelve aún más interesante. En casi todos los estados, el candidato o candidata que tenga más sufragios de la gente en ese estado se lleva todos los votos electorales de ese estado. Esto se llama “winner takes all” o “el ganador se lleva todo”. Entonces, aunque un candidato pierda por un solo voto en un estado, se queda sin nada; y el que gana por uno o más votos se lleva todos los votos electorales de ese estado. La clave está en llevarse estados que tengan muchos votos electorales y asegurar los que están más “peleados”, conocidos como estados bisagra o indecisos (por ejemplo, estados como Florida, Pensilvania y Ohio).
Así que, aunque un candidato tenga más votos en total en todo el país, si no gana en los estados clave, simplemente no llegará al despacho oval. Esto ha pasado ya varias veces: ganan el voto popular (la mayoría de votos de la gente), pero pierden en el Colegio Electoral. Así es como en 2016, por ejemplo, Trump ganó, aunque Hillary Clinton tuvo más votos totales en el país.
En resumen, no es una cuestión de mayoría de votos de la gente, sino de ganar la mayoría de esos 538 votos electorales distribuidos entre los estados. Es un sistema confuso para la mayoría de los latinos, pero así es como funciona. Por eso, en los Estados Unidos no basta con ser el más popular, sino con tener la mejor estrategia electoral para ganar los votos clave por estado.