Por: Armando Gallegos
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Like o no like / Eduardo Capetillo
Dice un dicho mexicano que la culpa no es del indio, sino de quien lo hace compadre
Dice un dicho mexicano que la culpa no es del indio, sino de quien lo hace compadre. Y esto aplica perfectamente con los candidatos a puestos de elección popular provenientes del medio artístico y los partidos políticos.
Éstos porque en su obsesión por ganar posiciones a como dé lugar, recurren a las figuras del espectáculo para lucrar con sus candilejas, sin importar sus principios fundacionales. Y los famosos, por su parte, tampoco se hacen del rogar y aceptan candidaturas para cargos que difícilmente podrán desempeñar con el mínimo decoro, porque la mayoría tienen la educación básica y han vivido al margen de asuntos políticos.
Son muchos los botones de muestra de este insulto al electorado, pero esta vez quiero hablar de un solo caso: el de Eduardo Capetillo Vázquez, que ya en 2018 compitió (y perdió) por la presidencia municipal de Ocoyoacac, Estado de México, como candidato del PRI. Ahora el ex Timbiriche, haciendo alarde de una incongruencia terrible, se lanzará como candidato a diputado federal en las elecciones de julio de este año por el Distrito 17, con sede en la alcaldía de Cuajimalpa de la CDMX.
¿Por qué digo que es incongruente el actor y cantante? Porque será postulado por el Partido Verde Ecologista, aunque él forma parte de una dinastía de figuras del toreo, considerado por algunos como un arte, pero también como tortura animal por sus numerosos detractores. Recordemos que Lalo es hijo del torero Manuel Capetillo y medio hermano de los matadores Guillermo y Manuel Capetillo Jr., así como de Manolo Arruza y el recién fallecido rejoneador Carlos Arruza.
Para completar el cuadro, la esposa de Eduardo desde 1994, la también actriz y cantante Bibi Gaytán, competirá como candidata del PAN por la presidencia de Ocoyoacac, el municipio que se le negó a su marido, y es muy probable que gane, por el gran carisma que tiene.
Me pregunto qué pasará si Capetillo vuelve a perder y su bella esposa arrasa en las elecciones. En el medio artístico siempre se ha dicho que Lalo es muy celoso y controlador con su mujer. Ojalá que haya madurado y, de ser necesario, aplique para sí mismo los consejos que da ahora como coaching de vida.
