5 marcas de queso manchego que no son 100% queso, según Profeco
El estudio de calidad de Profeco en 29 productos, encontró que hay algunos que dicen ser manchego y no lo es.
El queso manchego es un ingrediente multifuncional por su versatilidad en la cocina mexicana, igual se funde en quesadillas que aparece en sándwiches, realza ensaladas y forma parte de innumerables preparaciones cotidianas.
Su amplia demanda ha multiplicado la oferta en supermercados, pero también ha permitido que algunos productos utilicen el nombre “manchego” sin cumplir con lo que establece la normativa.
Una reciente evaluación de la Procuraduría Federal del Consumidor, Profeco, publicada en la Revista del Consumidor de diciembre de 2025, alertó sobre esta práctica.
¿Cuáles fueron los hallazgos del estudio de calidad hecho por Profeco?
El estudio revisó 29 productos etiquetados como queso manchego, imitación o procesado; aunque todos cumplieron con el contenido neto declarado, cinco marcas destacan por usar la palabra “manchego” sin ser quesos auténticos, lo cual puede inducir a error al consumidor y contraviene lo señalado en la NOM-051-SCFI/SSA1-2010.
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De acuerdo con la dependencia federal, estas son las marcas que se ostentan como queso manchego y no lo son:
- Lala, queso fundido tipo manchego procesado pasteurizado: Profeco determinó que este producto pertenece a la categoría de queso fundido procesado, suelen incorporar ingredientes adicionales como sales fundentes, almidones o grasas no lácteas, por lo que su composición no corresponde al estándar de un queso elaborado principalmente con leche y grasa butírica.
- Great Value, queso manchego procesado en rebanadas: La línea de marca propia de Walmart presenta un producto que utiliza el término “manchego” pese a ser un queso procesado; según el análisis, su formulación incluye componentes que se alejan del perfil esperado en un queso tradicional.
- Kraft Singles, queso procesado tipo manchego: Los populares rebanados de Kraft tampoco califican como queso manchego real, el laboratorio de Profeco encontró que se trata de un producto procesado, diseñado para fundirse con facilidad, pero que no cumple los parámetros de grasa, proteína y humedad propios de un queso de verdad.
- Zwan Premium, queso procesado tipo manchego: No debe incluir la palabra "manchego" por ser producto procesado.
- Fud, queso fundido manchego ahumado: Su etiqueta puede causar confusión porque es un un producto procesado y no tiene una composición correspondiente.
¿En qué consistió el estudio de calidad de Profeco?
La Profeco analizó 29 productos que se ostentan como queso manchego:
- 17 quesos manchegos
- 1 queso manchego español con denominación de origen
- 1 queso manchego reducido en grasa
- 1 queso manchego deslactosado
- 5 quesos procesados que usan manchego
- 4 imitación de queso manchego
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Los aspectos que se evaluaron fueron:
- Información comercial: Revisaron el cumplimiento de las normas de etiquetado y la correcta declaración de grasa butírica, proteínas y humedad.
- Productos a granel: Que se respetaran las normas sanitarias establecidas en el reglamento vigente.
- Tipo de grasa: Identificaron si contenía grasa de oveja, butírica o vegetal.
- Contenido energético: Se calculó el aporte calórico por cada 100 gramos.
- Veracidad de la información: Se verificó que las leyendas correspondieran con evidencia técnica.
- Contenido neto: Que se cumpliera con lo que declararon.
- Sodio y nutrientes: Se midió la cantidad de sodio y el aporte de proteínas, grasas y carbohidratos.
¿Cuáles son las recomendaciones de compra y de consumo, según Profeco?
- Lee la etiqueta para elegir correctamente, ya que existen varios productos con la denominación “manchego”, incluso imitaciones con grasa vegetal e incluso, bajo contenido de proteína.
- Asegúrate de que esté en refrigeración, entre 2 y 6 ºC sería la refrigeración óptima para su conservación.
- Revisa el precio, ya que un queso con menor contenido de grasa y mayor contenido de humedad debería ser más económico.
- Para consumirlo, refrigéralo para evitar su deterioro.
- Guárdalo en un recipiente hermético y de plástico para evitar que se reseque, contamine y adquiera olores de otros alimentos.
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