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Faro en el Camino: Una luz de esperanza, por un México más seguro

Faro en el Camino trabaja para lograr una reinserción social exitosa apoyando al sistema penitenciario con acompañamiento para los infractores y ahora a sus familias.

Faro en el Camino trabaja para lograr una reinserción social exitosa. Foto: Alain García | POSTA Multimedia.
Faro en el Camino trabaja para lograr una reinserción social exitosa. Foto: Alain García | POSTA Multimedia.

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Por: Omar Reyes

CIUDAD DE MÉXICO, México.- Para Marco Antonio de la Garza Garza, el trabajo de asistencia a personas privadas de la libertad y a sus familias se ha convertido en un estilo de vida y en una misión personal que inició hace más de diez años tras visitar un penal.

Tras visitar en 2013 los penales de Topo Chico y el de Apodaca en actividades de servicio, siendo aún estudiante universitario, entendió la necesidad de apoyar a los presos que padecen un sistema penitenciario rebasado y que no les permite una sana reinserción social positiva.

Desde niño he participado en cosas de voluntariado, yo soy de Mina, Nuevo León, primeramente, yo me involucré mucho en el tema educativo, tanto en el municipio, pero también en las zonas rurales. Después tuve la oportunidad de conocer mucho el tema de las causas sociales, estuve en la Universidad Autónoma de Nuevo León en el área de Responsabilidad Social, después me tocó un acercamiento en el Gobierno del Estado, tanto el tema de las organizaciones de la sociedad civil, fui buscando y el tema que a mí se me hacía que faltaba un poco era el de las personas privadas de la libertad”, compartió para POSTA.

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Marco reconoció que cuando empezó a trabajar en ofrecer algún tipo de acompañamiento, ya había algunas organizaciones civiles que lo inspiraron y acompañaron en el proceso.

“Me acompañaron en conocer el sistema, el proceso, en fundar la organización, como Voluntarias Vicentinas o Renace, son organizaciones que estaban trabajando en el tema penitenciario, pero al final era un sector o un grupo en donde veíamos que faltaba mucha atención, todas las organizaciones trabajan con lo que denominamos grupos vulnerables, nosotros les llamamos grupos de atención prioritaria”

Marco Antonio de la Garza Garza, 

fundador de Faro en el Camino.

En un inicio, Faro se enfocó en atender problemas de rezago educativo, apoyando a las personas privadas de la libertad a completar su educación básica.

Hemos logrado erradicar en algunos centros que a nadie le falte primaria y secundaria junto con la Secretaría de Educación y de Igualdad, se ha buscado con la Autónoma de Nuevo León incluir programas educativos al interior de los centros, ya carreras universitarias, y eso es toda la parte formal, es todo lo curricular, y lo no curricular son muchos proyectos de arte, talleres de danza, se promueve mucho”, reveló.


Marco de la Garza dijo que el modelo de Faro atiende dentro de los programas de atención prioritaria, a las mujeres, comunidad LGBT, migrantes, pueblos originarios, y adultos mayores, con esquemas que los ayudan a focalizar la atención, así como en algunas cosas legales.

“Nosotros no nos dedicamos al tema legal, pero entre los grupos prioritarios van surgiendo temas, a veces algún adulto mayor ya puede salir pero no tiene recursos porque ya no tiene a su familia, todo eso es al interior, y al exterior tenemos un centro que se llama CARES que es para todos los que salen y no tienen familia, viven con nosotros hasta tres meses, en ese espacio se les apoya con todo, vivienda y lo más importante, a rescatar sus documentos”

Marco Antonio de la Garza Garza, 

fundador de Faro en el Camino.

Precisó que han trabajado en que no sea un albergue, sino que sea un centro de acompañamiento para el proceso de reinserción, “uno de los eslabones perdidos es todo el seguimiento post penal y nosotros creemos que el verdadero reto inicia cuando sales del penal. Vas saliendo con demasiados temas, demasiados prejuicios, sufriste todo el tiempo discriminación, en tu casa también, regresas y ya todo es distinto, ahora imagínate diez años, si siento que toda esta parte de afuera, pues es un tema complejo”.

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Amplían visión de acompañamiento para las familias

Tras más de diez años de atención a las personas privadas de la libertad, Marco de la Garza, reveló para POSTA que están trabajando en un modelo de acompañamiento que también ayude a las familias.

“Traemos la idea de hacer un esquema para la familia, tipo como una escuela para padres, porque hemos detectado que a veces no es en un tema malo, es parte del mismo miedo que tienen como familia de lo que ya pasó, porque al final también viven la cárcel con preocupación, yendo al centro con todo este tema, y hemos detectado esta parte porque al final en CARES pues viven ahí, y al final nosotros, el equipo de Faro, pues se vuelve la familia”.

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El internacionalista y maestro en psicología reconoció el trabajo de los diez colaboradores directos de Faro en el Camino que dijo, se alían con otras organizaciones para formar un grupo de más de 50 personas que están alrededor del tema.

“Nos ha pasado que van y nos buscan a CARES y nos piden que los saquemos de su casa, porque no se sienten agusto o porque es un miedo que la familia tiene de que caigan en lo mismo. Otra cosa que también hacemos mucho es que exista CARES, yo les digo, es bien fácil ir por la vida en este discurso de 'es que no tuve oportunidades, es que no tuve dónde vivir', y nosotros les damos esta oportunidad de al menos cambiar este discurso, sí había una oportunidad y tú decidiste no seguir y tu decidiste hacer lo que quisiste”

Marco Antonio de la Garza Garza, 

fundador de Faro en el Camino.

Reveló que otro de los grandes retos es el restituir sus derechos, por lo que los apoyan en todo el tema de las credenciales y de la seguridad social, sin embargo otro tema es el apoyarlos en obtener un empleo.

“Tenemos convenios con algunas empresas porque ese es otro tema y sales con deudas, con tu familia esperando para pagar ciertas cosas y te dicen además que ya te mantuvieron diez años, el INE tarda un mes y en ese tiempo no hay dónde, y se va haciendo esta parte.”


Círculos viciosos dentro del sistema

El fundador de Faro en el Camino lamentó que el sistema penitenciario en México está rebasado, por lo que el acompañamiento tras el periodo de reclusión en un centro es importante para ayudarlos a superar esa etapa y ofrecer oportunidades para no regresar a delinquir.

“Nosotros siempre decimos que cuando alguien se mete al sistema penitenciario ya no hay manera de salir, en el sistema penitenciario hay demasiada necesidad, nosotros hemos visto esta parte, es el sistema como tal, lo que está tronado es el sistema, yo veo a la gente de Trabajo Social haciendo todo el esfuerzo del mundo, los mismos oficiales todo el tiempo intentando ver el cómo, a los directores de los centros con las uñas, se ve como todo mundo está intentando, los mismos internos ayudando a otros, pero es un sistema y al final la maquinaria es compleja y todo se va dando de una manera complicada por el rezago que ya traes”

Marco Antonio de la Garza Garza, 

fundador de Faro en el Camino.

Aún con este panorama complicado, Marco de la Garza Garza reconoció que el apoyo para las personas privadas de la libertad, se ha convertido en su forma de vivir y su misión personal.

“Creo que para mí de entrada es un estilo de vida, desde que me levanto hasta que me acuesto estoy en el tema y tratando de visibilizar, de hacer, pero también de ver la transformación de la gente, porque puede ser muy fácil quedarnos en este sistema penitenciario del dolor, de la pobreza y yo te diría que la gran mayoría no está en eso, la gran mayoría está en un proceso súper importante que hizo de resiliencia, la gran mayoría está en un proceso donde sí pasó por el sistema pero ya logró salir adelante”.


“Al final lo otro vende mucho, es lo que se visibiliza, qué vemos de un penal, pues los motines, pero nunca vemos toda la gente que está trabajando, toda la gente que está estudiando, toda la gente que está saliendo adelante, salen 19 personas por día en promedio, en un año y medio que tenemos registro salieron 11 mil personas de los centros penitenciarios y también hemos cambiado mucho esta parte de ser la utopía de somos los buenos contra los malos, más bien somos los que pudimos con los que están, creo que para mí ha sido el acompañar, el estar presente en los temas, también es muy bonito porque con cosas tan sencillas se van cambiando la vida de las personas”, puntualizó.

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