
Silvia Pinal y Diego Rivera se conocieron en la década de 1950, cuando ambos ya eran reconocidos; la belleza de la actriz retratada por el muralista hace que el cuadro sea una exquisita obra de arte.
Silvia Pinal y Diego Rivera se conocieron en la década de 1950, cuando ambos ya eran reconocidos; la belleza de la actriz retratada por el muralista hace que el cuadro sea una exquisita obra de arte.