Familias de Villa Cuauhtémoc cierran carretera Altamira-González por falta de agua
Un grupo de familias cerró la vía para exigir al ayuntamiento y a Comapa una solución real al desabasto que enfrentan desde semanas.
La escasez de agua potable llevó a vecinos de Villa Cuauhtémoc, en Altamira, a tomar una medida desesperada: bloquear la carretera Tampico–Mante para exigir atención inmediata. El cierre, que se mantiene a la altura del kilómetro 53, refleja la frustración de familias que aseguran vivir semanas de incertidumbre y promesas incumplidas.
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Autoridades estatales vigilan la zona, mientras el tránsito se ve severamente afectado.
¿Qué motivó el bloqueo de la carretera?
Unas 40 personas, entre mujeres, hombres y adultos mayores, se congregaron con pancartas y consignas para reclamar un derecho básico: el acceso al agua potable. Los habitantes afirman que la situación se ha vuelto insostenible, pues la falta del suministro obliga a muchas familias a depender de pipas particulares, con costos que pocos pueden cubrir de manera constante.
Señalan que las gestiones con Comapa Altamira y el ayuntamiento han quedado en simples compromisos sin resultados tangibles.
¿Qué dicen los manifestantes sobre la respuesta oficial?
Los inconformes apuntan directamente al alcalde Armando Martínez Manríquez, a quien acusan de omisión frente a un problema que, aseguran, conoce desde hace meses. “Ya estamos cansados, queremos agua, no palabras”, expresó uno de los participantes, resumiendo el sentir colectivo.
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De acuerdo con los testimonios, el suministro es irregular y, cuando llega, apenas alcanza para cubrir necesidades mínimas. La comunidad asegura que no pide favores, sino el cumplimiento de un servicio que debería ser constante y de calidad.
¿Qué acciones se han tomado en la zona?
Elementos de la Guardia Estatal se desplegaron para resguardar la seguridad de manifestantes y conductores, evitando incidentes en un tramo carretero con alto flujo de transporte de carga. La circulación permanece bloqueada, lo que obliga a automovilistas y transportistas a buscar rutas alternas, con el consecuente aumento en tiempos de traslado y gastos de combustible.
Hasta el momento, no se reportan acuerdos concretos para levantar el cierre, y los pobladores advierten que mantendrán su postura hasta recibir una solución clara.
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La protesta en Villa Cuauhtémoc es un recordatorio de que el desabasto de agua sigue siendo un problema recurrente en diversas comunidades de Tamaulipas, donde la falta de infraestructura, el crecimiento poblacional y la sequía agravan la crisis. Mientras tanto, el bloqueo mantiene en tensión a autoridades, vecinos y transportistas, a la espera de que el diálogo transforme las promesas en acciones reales.
