La empresa de Tamaulipas que se destaca como la preferida por los mexicanos en su área
Desde un humilde carrito en Ciudad Victoria, Gorditas Doña Tota ha conquistado corazones y paladares en todo el país.
En el corazón de Ciudad Victoria, una mujer con sazón y visión demostró que la pasión puede transformar un pequeño carrito de gorditas en un imperio gastronómico.
Te puede interesar....
Hoy, Gorditas Doña Tota es sinónimo de tradición, cercanía y sabor auténtico. Más de 200 sucursales, una conexión profunda con las familias y un legado humano hacen de esta historia un ejemplo para toda México.
¿Cómo nació el fenómeno de gorditas en Tamaulipas?
La historia comienza en 1952 cuando Doña Carlota Murillo salió con su carrito a las calles de Ciudad Victoria, vendiendo gorditas preparadas con guisos tradicionales y con un toque de cariño que rápidamente se ganó la preferencia local.
Durante 26 años, su changarro permaneció fiel a ese carácter humilde y cercano, donde la atención personalizada era tan importante como el sabor. Cuentan que Doña Tota no vendía más de una al mismo comensal, lo que incentivó una cultura de disfrute pausado y compartido, que formó parte del encanto del lugar.
¿De carrito modesto a cadena nacional con alma humana?
Con su fama bien cimentada en Tamaulipas, en 1978 llegó el primer local formal, y en 1991 la expansión rebasó fronteras al abrir en Monterrey, con apoyo de la cadena Soriana a partir de 1995. Para 2013, FEMSA adquirió el 80 % del grupo, impulsando su llegada a más de 60 ciudades en México, así como a Estados Unidos, manteniendo siempre el corazón de su receta.
Te puede interesar....
Pero lo más notable: aunque se transformó en franquicia, Doña Tota conservó su esencia humana. Desde su cocina, con guisos caseros de chicharrón, revoltijo, rajas, frijol con queso, carnes y hasta pastor, cada gordita sigue preparada con el mismo espíritu familiar.
¿Por qué sigue siendo la preferida de los mexicanos?
Más allá del sabor, Gorditas Doña Tota conecta con las personas. Evoca las memorias de las abuelas, de comidas en familia, de charlas alrededor de la mesa. En cada sucursal se percibe esa calidez que Doña Carlota impregnó desde sus inicios: un trato honesto, una atención que hace que uno no sea cliente, sino parte de su familia.
Te puede interesar....
Los testimonios hablan de un lugar donde uno puede “disfrutar una cargada de sabor casero”, y aún al crecer tanto, sigue sintiéndose cerca, sin volverse una cadena indiferente.
Gorditas Doña Tota no es solo una franquicia exitosa; es un testimonio del poder del carisma humano en los negocios. Lo que empezó con el espíritu generoso de Doña Carlota, se convirtió en una tradición nacional, manteniendo su filosofía de responsabilidad, colaboración y respeto.
Un triunfo que comenzó en un carrito, floreció en Ciudad Victoria y conquistó el paladar de toda la nación.
Te puede interesar....
