Empresarios yucatecos se preparan para un 2026 con mayores exigencias fiscales y laborales
Canaco Mérida prevé un año complejo para las empresas debido al ISN, el aumento al salario mínimo y la reducción de la jornada laboral.

El año 2026, aún no inicia y ya se perfila como un periodo especialmente complejo para el sector empresarial, principalmente por el impacto que tendrán diversos factores fiscales, laborales y regulatorios, así lo advirtió José Molina Casares, dirigente de la Cámara Nacional de Comercio, Servicios y Turismo (Canaco) Mérida.
De acuerdo con el representante del organismo empresarial, los comerciantes y prestadores de servicios enfrentarán un entorno de mayores exigencias que requerirá ajustes operativos y financieros para mitigar los efectos en sus negocios, en un contexto donde los costos podrían trasladarse, de manera indirecta, al consumidor final.

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¿Por qué el tema fiscal representa uno de los principales retos para 2026?
José Molina Casares señaló que uno de los mayores desafíos para el próximo año estará relacionado con la carga fiscal, a nivel estatal y federal. Explicó que los empresarios deberán lidiar con impuestos como el Impuesto Sobre Nómina (ISN), además de las revisiones y procesos de fiscalización por parte del Servicio de Administración Tributaria (SAT).
Indicó que estas obligaciones son parte de la actividad comercial, pero reconoció que representan un escenario complicado para quienes dirigen una empresa o prestan un servicio. El cumplimiento de las nuevas reglas y exigencias fiscales obligará a los negocios a reorganizarse y a buscar mecanismos para hacer frente a estas disposiciones sin comprometer su operación.
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¿Qué impacto tendrán las reformas laborales y el aumento al salario mínimo en las empresas?
El dirigente empresarial explicó que, además del aspecto fiscal, las reformas laborales previstas y en proceso de aplicación también tendrán un impacto directo en las empresas. Entre ellas mencionó la reducción gradual de la jornada laboral a 40 horas, la implementación de la llamada “Ley Silla” y el incremento al salario mínimo.
Señaló que estos cambios afectan de manera diferenciada a los negocios, ya que mientras algunas micro y pequeñas empresas podrían no resentir de forma inmediata estos ajustes, las medianas y grandes enfrentarán un impacto más fuerte.
Viene un año muy retador, literalmente muchos retos, tenemos que brincar con los empresarios, tenemos el tema los impuestos estatales, los federales también, las revisiones del SAT, entonces todo esto, pues digamos es parte del ser comerciante o del ser empresario o de prestar un servicio, tienes que lidiar con esas nuevas reglas.
José Molina Casares - Dirigente de la Canaco Mérida

Foto: Canaco Servytur Mérida
El líder empresarial indicó que muchas empresas ya analizan estrategias como ajustes de horarios, reorganización del personal y planeación gradual para que las modificaciones tengan el menor impacto posible en su estructura financiera y operativa. Aun así, reconoció que el efecto será significativo y difícil de evitar.
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¿Cómo se preparan las empresas yucatecas para esos cambios?
El presidente de Canaco Mérida advirtió que los incrementos en costos laborales y fiscales generan un efecto en cadena, que podrían trasladarse al consumidor final. Explicó que el aumento salarial y las nuevas obligaciones impactan en las finanzas de las empresas, lo que obliga a replantear su ruta crítica para mantener la viabilidad del negocio.
Definitivamente por las 40 horas, la Ley Silla, el impuesto sobre la nómina (ISN), el aumento sobre el salario mínimo, pues todo son cosas que afectan a la empresa, son cosas que afectan a los negocios, son cosas que afectan a los comerciantes, pues tienen que maniobrar y ver estrategias para mitigarlo o tratar de aplazarlo, prolongarlo, hacerlo gradualmente para que tengan un impacto menor.
José Molina Casares - Líder de la Canaco Mérida

Foto: Canaco Servytur Mérida
En cuanto al cierre del año, destacó que los afiliados al organismo han cumplido con el pago de obligaciones como el aguinaldo, apoyándose en estrategias como la distribución anticipada de estos recursos, por ejemplo, durante el Buen Fin, para reducir la presión financiera de diciembre.
Asimismo, señaló que las empresas ya se preparan para cumplir con la Ley Silla y la reducción de la jornada laboral, que se aplicarán gradualmente hasta 2027. Molina Casares reiteró que 2026 será un año retador, con un impacto fuerte para el sector empresarial, que exigirá planeación y ajustes para enfrentar el nuevo entorno económico.








