Bolero: Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad
Los primeros boleros de autores mexicanos se compusieron en la península de Yucatán.
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MÉRIDA, Yucatán.- La Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco) declaró al bolero como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad a propuesta de Cuba y México.
El 'bolero como identidad, emoción y poesía hechas canción' es una de las 55 solicitudes de inscripción en la Lista Representativa del Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad.
¿Donde nacen los primeros boleros en México?
Los primeros boleros de autores mexicanos se compusieron en la península de Yucatán y la primera obra que logro fama nacional fue 'Morenita mía', de Armando Villarreal Lozano, en 1921.
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Yucatán, cuna del bolero mexicano
Yucatán se encuentra en los inicios del bolero mexicano, al ser “Madrigal” la primera canción de este género y escrita hace cien años en agosto de 1918 en la Hacienda Cacao, por el poeta y periodista Carlos R. Menéndez y el trovador Enrique Galáz Chacón, “El Curro”.
Trova Yucateca
En el extremo sur de la república mexicana encontramos el peculiar sonido de la “trova”; término que se usa para definir un estilo de canto popular que tuvo auge a principios del siglo XX.
La tradición empezó en el oriente de Cuba, pero hubo un desarrollo paralelo en varios países de América Latina, incluyendo a Puerto Rico, Colombia y México. Las serenatas musicales estaban de moda y el estilo de cantar a dueto con acompañamiento rítmico de guitarra, evolucionó como un verdadero arte popular.
En México, las canciones de la península de Yucatán, conocidas popularmente como “trova yucateca”, pertenecen a esa categoría. Se consideran un verdadero tesoro nacional. Fueron el fruto de una cultura literaria y musical que floreció en Mérida entre 1900 y 1940, tiempo en que las serenatas y veladas artísticas formaban una parte integral de la vida social en la ciudad.
El bolero se ha transmitido de generación en generación, aglutina a sus portadores e impulsa su interacción, promueve la transmisión de saberes, desde lo instrumental y musical hasta lo lírico y dancístico.