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3 errores de comunicación del hombre-empresa en política
¿Eres empresario… y quieres ser candidato?
¿Eres empresario… y quieres ser candidato?
Si eres empresario y estás pensando en lanzarte a la política, te voy a decir 3 errores de comunicación que pueden hundir tu nombre… y tu empresa.
En México hemos visto al hombre-empresa: el dueño que decide entrar al juego político llevando detrás un imperio de negocios.
El problema no es la ambición… es cómo comunica esa transición.
Error 1: creer que la marca empresarial aguanta todo.
El empresario piensa: ‘si mi empresa es fuerte, mi candidatura también’.
Falso.
El prestigio corporativo no está diseñado para recibir golpes políticos todos los días. Si no separas bien los roles, los ataques a tu campaña se convierten en ataques a tu empresa.
Error 2: no tener una red de vocerías.
Todo pasa por el hombre-empresa: él tuitea, él responde, él polemiza.
Cuando no hay directores con voz, comunicadores sólidos, ni portavoces entrenados, cualquier crisis lo obliga a salir personalmente… y cada salida mezcla su reputación política con la reputación de sus compañías.
Error 3: tratar al ciudadano como cliente.
En la empresa, el mensaje es: ‘yo te ofrezco, tú compras’.
En política, el ciudadano no sólo compra: te cuestiona, te exige, te fiscaliza.
Si llegas con lógica de vendedor y no de servidor público, el choque es brutal… y la narrativa se te revienta en redes.
Te lo digo después de más de 500 campañas en cuatro países, seis gobernadores en México y una estadía en la Casa Blanca con Barack Obama: el hombre-empresa que entra a la política sin estrategia de comunicación, pone en juego algo más grande que su ego: pone en juego el futuro de su gente y de sus negocios.
Abramos el diálogo: ¿tú qué opinas, el empresario en política fortalece o pone en riesgo a sus empresas?
Déjamelo aquí abajo en los comentarios y usa el hashtag #DavidDorantes.
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Y recuerda… Todos los días se construye el éxito… y el error también.




