Ernesto Chavana explota contra Tigres por el amargo adiós de Aquino
La salida de Javier Aquino de Tigres genera críticas de Ernesto Chavana sobre el trato a los ídolos del club.
La salida de Javier Aquino de los Tigres ha desatado una tormenta mediática que pone bajo la lupa las formas de la directiva felina. Lo que debió ser una despedida gloriosa para un referente con una década de entrega y múltiples títulos, se transformó en un cruce de versiones contradictorias y declaraciones explosivas.
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Mientras el club difundía videos de agradecimiento calificándolo de "campeonísimo", el jugador se desahogaba en redes sociales con lágrimas, denunciando un trato que no corresponde a los valores de la institución.
¿Se manejan versiones a conveniencia en la salida de Aquino?
Ernesto Chavana cuestiona la narrativa oficial que asegura que Aquino fue notificado de su salida hace seis meses. Si el futbolista hubiera estado consciente de que no entraba en planes, difícilmente se habría mostrado tan vulnerable y sorprendido al final.
- Contraste institucional: Mientras el departamento de prensa elogiaba su trayectoria, la directiva parecía operar bajo otra lógica, forzando una salida por la "puerta de atrás".
- Falta de honestidad: El señalamiento de Aquino hacia figuras como Culebro y Pizarro sugiere que el conflicto no fue económico, sino de respeto y transparencia.
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¿Existe un patrón de maltrato hacia los ídolos en Tigres?
La situación de Aquino no parece ser un caso aislado. Chavana recuerda que otros nombres históricos han salido bajo nubes de sospecha o difamación, afectando su reputación profesional antes de partir.
Casos previos: Robert Dante Siboldi y el "Tuca Ferretti" sufrieron filtraciones que ponían en duda su honestidad, mencionando supuestos pactos con rivales que resultaron ser falsos.
Identidad en crisis: La partida actual de jugadores como Córdova se suma a una lista de referentes (Lobos, Gaitán) que no recibieron el adiós digno que su rendimiento merecía.
¿Qué revela este conflicto sobre la gestión del talento hoy?
La desconexión entre el esfuerzo del jugador y el trato directivo refleja una frialdad preocupante. Aquino dio diez años de su vida al máximo nivel, pero al final, la lealtad pareció ser unidireccional. Este escenario deja una pregunta en el aire: ¿qué valor tiene realmente la camiseta para quienes toman las decisiones en el club?
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