7 consejos para cuidar el chukum de tu casa o piscina del clima de Yucatán
El chukum es uno de los acabados más usado para darle un renovada a los hogares de Yucatán, pero ¿Sabes como cuidarlo?
El chukum es uno de los acabados más utilizados en Yucatán por su resistencia, frescura y estética natural. Su durabilidad lo hace ideal para fachadas, interiores y piscinas. Sin embargo, el clima caluroso y húmedo puede afectarlo si no se le da el mantenimiento adecuado.
Si estás pensando en aplicar este acabado en tu casa o ya lo tienes, aquí te daremos 7 consejos esenciales para conservarlo en excelente estado.
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¿Cómo puedo mantener en buen estado el chukum de mi casa?
El mantenimiento del chukum en paredes y pisos es sencillo. Para la limpieza diaria, basta con un trapo húmedo o una esponja suave con agua y jabón neutro. Evita productos químicos abrasivos, cepillos metálicos o esponjas duras que puedan dañar la textura natural del acabado.
Si el chukum está en exteriores, como fachadas expuestas al sol o la lluvia, limpia de forma periódica para evitar la acumulación de residuos o manchas. También es importante evitar golpes fuertes que puedan causar raspones o desprendimientos.
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¿Qué debo hacer para cuidar el chukum de mi piscina?
En piscinas, el chukum requiere cuidados específicos. Nunca uses cloro en polvo o granulado, ya que al caer directamente al fondo puede quemar o manchar la superficie. La mejor opción son pastillas de cloro en flotadores o compartimientos especiales del sistema de filtración.
También puedes usar ionizadores solares, que purifican el agua con iones de cobre y plata sin dañar el acabado. Además, no dejes la piscina vacía por mucho tiempo, ya que la exposición directa a cambios de temperatura puede cuartear el recubrimiento. Si el chukum se desprende, debe resanarse retirando la parte dañada, reaplicando la mezcla y dejando secar antes de volver a llenar.
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¿Cada cuánto tiempo se debe sellar el chukum?
Aunque el chukum es naturalmente resistente, se recomienda aplicar un sellador especializado cada 2 a 3 años para reforzar su durabilidad, sobre todo en zonas expuestas al clima. Esto ayuda a mantener su color, textura y evitar filtraciones.
El sellado no solo protege, también conserva el aspecto natural del chukum, haciendo que tu casa o piscina luzcan impecables por mucho más tiempo con un mantenimiento mínimo.
